Por: Roberto A. Valenciano Capín
Sin lugar a dudas, el referirse a la música huasteca sin más nos remite a su sentido festivo y bailable entre el característico y famoso falsete, adornado por las melodías de los diferentes sones que lo sustraen su cautivante sonoridad.
En donde el virtuosísmo se compagina en muchas de las veces con ese lírismo que le da a la vez ese ápice de asombro y encanto, al permear en el fogoso, trepidante y la envolvente fiesta del huapango, fandango; llena de alegría y colorido;las cuales pueden durar toda la noche y hasta más.
Sin lugar a dudas, hay muchos que no solamente lo viven y lo sustentan como un acto de fé, no sino como una forma de vida y también llevarlo más allá de nuestras fronteras, indudablemente uno de ellos es el maestro Artemio Posadas Jiménez quien nació el 27 de diciembre de 1948, en la ranchería de Abrego, municipio de Guadalcázar, San Luis Potosí, cuna del son arribeño. En las reuniones sociales su padre solía interpretar el violín en el estilo de huapango, de ahí que se haya cobijado con esta encomienda gustosamente.
Posteriormente cuando Artemio tenía diez años de edad su familia se mudó a la capital del estado, donde Artemio inició su romance con el huapango huasteco.
Siguiendo el gusto por esta música tradicional, viajó a la ciudad de Tampico, Tamaulipas, donde pasó largas horas en el bar El Comercio, que era el punto de reunión de músicos e intérpretes del son huasteco.
Viajó por toda la Huasteca, buscando siempre a los mejores intérpretes y maestros. En1979, se trasladó a California, Estados Unidos, donde tocó y enseñó en el East Bay Center de Richmond y también de manera privada.
Como músico, participó también con grupos de danza folclórica entre los que destacan Los Lupeños, Xochipilli, Flor de Esperanza, y El Grupo Mestizo.
A pesar de la brizna de lluvia que se dejo sentir, no fue impedimento para llevarse a cabo este sencillo pero emotivo homenaje en vida al Mtro. Posadas Jiménez, siendo la mejor forma que a través de expandir la magia sonora del son huasteco como el son arribeño en esta capital potosina a través de los grupos invitados a este fandango urbano y siendo el let motiv, la presentación del CD " El viento que murmura" del trío Huasteco de Valles.
Al tener como escenario el frontispicio de la Casa de la Cultura del Barrio de San Sebastián ante un cielo nublado que se fue apaciguado por el ánimo de la guitarra huapanguera, el violín y la jarana en conjunción con la versada de los grupos que se unieron para rendirle respeto a este incansable promotor del son huasteco y son arribeño, al abrir este jolgorio musical y del zapateado por el trío Los Loros, para proseguir Corazón Huasteco y Juventud Huasteca.
Como antesala a la presentación del CD " el viento que murmura" del trío huasteco de Valles, lidereado por Joel Monroy, los jóvenes alumnos de Posadas; Abigail Armendaris, Genoveva Simmons, así como los hermanos Pablo y Fernando Quiroz, no solo mostraron sus conocimientos, sino la forma de sentir este hálito musical al tocar el Zacamandú, el caballito y el dueño de los versos.
Entre sones de dominio público hasta el verseo libre -improvisación- de los tríos que esta tarde noche nos regalaron de fiesta bajo una pertinente llovizna que no menguó en el ánimo de los ahí presentes de ser testigos de la presentación oficial en estas tierras potosinas de este CD, al interpretarse en su alegoría sones bajo la venia del versador como fueron: fandanguito, la rosa, el llorar, el gusto, la pasión, la petenera y la llorona por el Trío Huasteco de Valles, integrado por: Augusto San Agustín en la guitarra quinta, Gregorio Solano en la jarana y Joel Monroy en el violín.
Aún cuando la lluvia tomó posesión, no menguó el ánimo para seguir disfrutando de este fandango cono los sabrosos tamales y el agua fresca, mucho baile y los espontáneos en las instalaciones de este centro cultural.
En torno a este homenaje al originario de Guadalcazar, el excelente violinista, Joel Monroy definió lo que significa hacer un homenaje es "por el trayecto de lo que él tiene como músico completo, porque toca todos los instrumentos, el jarocho, el huapango, el requinto y el arpa".
Considero que un homenaje justo para él es hacerlo con tiempo, "pero bueno el homenaje consiste y me imagino por el tiempo que él tiene como músico de muchos años, él le gusta mucho la música, él es maestro de baile, de arte. A lo mejor también consiste mucho en la edad, además lo que ha inculcado mi compadre de la música huasteca en los Estados Unidos, en donde tiene muchos alumnos que ya tocan".
Nos cuenta con mucho ánimo como conoció a su compadre Artemio Posadas. "Yo lo conocí hace hace mucho, él venía mucho para acá y le gustaba mucho el trío que teníamos se llamaba los cantores de la sierra, que era Marcos en la quinta, Fortino en el violin y yo era el jaranero en aquellos años".
"Tuve la suerte de que yo andaba con otros muchachos y una persona por allá de Zinapán ,nos dijo muchachos, mira Joel yo quisiera que tú tocarás con Marcos y Eliodoro-Copado- .Yo quiero que vayan a Zinapán , se puede , avísame, ahí voy, Marcos andaba con otros muchachos en Jalpan y Eliodoro tocaba en un mariachi y yo andaba tocando con otros".
"Primero contacte con Eliodoro y luego fue a buscar a Marcos y así con esta alineación duraron mucho tiempo, siempre bajo la premisa de ser un placer de tocar con Eliodoro, siempre es lo que he deseado tocar con él"
Recuerda con gusto: "Siempre nos grababa el compadre Posadas, le gustaba mucho hacerlo ya sea con grabadora o con video, por la amistad y la forma en que tocabamos y hasta la fecha".
Monroy comentó que este disco originalmente se iba a grabar con los Camperos de Valles pero desafortunadamente por otros compromisos del grupo no se puedo concretizar este proyecto.
"Entonces mi compadre Artemio sugirió que lo grabará con el Trío Huasteco de Valles, de ahí nos hicimos más la amistad de hace bastante años, él nos grabó con los Caimanes de Tampico, o sea es una historia muy grandisísima".
Al puntualizar que desde su perspectiva su compadre no se merece este pequeño homenaje que se le hizo, al aseverar que " él se merece un homenaje muy bien programado, más grande".
En esta segunda entrega de la serie titulada " Huasteca que diario naces", siendo su primera -alas de mi soñar- volúmen -. Este grabado en los estudios de Luis Monroy y así como grabaciones adicionales de Mary Ann Zahorsky. Una producción del 2011.
En este Cd se logra unir la quinta huapanguera de Salvador Arteaga en esta travesía por 12 canciones bajo la versada de Artemio Posadas, al destacar el excelente libro en donde quedan plasmadas las letras de las canciones, así como los interesantes documentos en torno al homenajeado por parte de Jordan Simmons, Armando Herrera y Daniel Sheehy.
Con la puntualidad de su pluma, Armando Herrera describe muy bien el devenir de este trabajo " -El viento que murmura- se colocará sin dudas nuevamente en un lugar especial dentro de este género el cual se esta revitalizando hoy día de manera contundente".
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