martes, 2 de julio de 2013

Ser fotógrafo de danza, una militancia que no deja dinero: Roberto Aguilar

  Por: Mauricio Rábago Palafox |  
Roberto Aguilar (México DF 1949) cumple en el 2012 sus primeros cuarenta años como fotógrafo de danza y lo celebra con distintos homenajes que a lo largo del año han tenido lugar en diversas instancias.
 
Ayer, en el Centro Cultural Los Talleres de Coyoacán, Francisco Sosa 33, Roberto Aguilar presentó su calendario con 12 fantásticas fotografías de danza, tomadas a lo largo de estos 40 años.
 
Hace unos meses hubo otro homenaje en el Lobby del Teatro de la Danza (Centro cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional) dentro del Décimo sexto Encuentro Internacional Mujeres en el Arte, que organizó a principios de marzo el Colectivo de Mujeres en la Música.
 
Magníficas fotografías de ayer y hoy que ofrecen un poco de su peculiar arte. “Soy el único en este país que sólo fotografía danza, y lo he hecho por 40 años y no tengo ningún puesto en instituciones, ni empresas o en algún medio, soy totalmente libre. Ser fotógrafo de danza, es una militancia, es algo que me ha dado muchas satisfacciones, todas excepto dinero, nadie amasa una fortuna haciendo esto, es una misión, con los años desarrollas una sensibilidad que va más allá de la mera destreza técnica. Es la permanencia de cuatro décadas lo que te da un ojo, un instinto singular  y casi infalible”. Explica que el homenaje se lo rindió El Colectivo de Mujeres en la Música A. C.
 
“No es fácil, el fotógrafo no sólo debe ser técnicamente bueno, debe mostrar la destreza de los bailarines y además capturar el propósito estético de ellos, su pasión, su emoción.
 
A lo largo de estos cuarenta años Roberto Aguilar fotografió el universo dancístico no sólo de México; la mitad de esos años la pasó viviendo en Europa y fotografió allá a los grandes, como Rudolf Nureyev, Mikhail Baryshnikov y muchos más.
 
 
Roberto Aguilar dice que ha realizado 54 exposiciones individuales en Barcelona, Madrid, Bilbao, Oviedo, Tarragona, Segur, de España. En Heidelberg, Alemania; en Quito y Guayaquil, Ecuador; y  en La Habana Cuba.
 
 

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