Por: Mónica Maristain
Todos aquellos que quisieron hacer patria matando a un chilango no lograron exterminar la raza inclasificable que en cantidades industriales hace cola en los bancos, se amucha en el Metro y atasca el tráfico los viernes de quincena.
Hay muchas cosas que definen la especie de chilangus gandallensis a la que los jóvenes Nicolás Conti (argentino de nacimiento, defeño por adopción) y Diego Basave dedican su Libro Chilango, un manual imprescindible para guiarse en la ciudad más poblada e infernal del mundo que presenta en estos días la editorial Planeta.
Diego Basave, un defeño de pura cepa (Foto: Especial)
Los autores crearon un cuestionario que, vamos a ser sinceros, no requiere mucha respuesta y que, por el contrario, permitirá a muchos de los que leen esta nota sentirse sustancialmente identificados.
Veamos, si respondes sí a una o más de las preguntas que sigue, te has ganado el derecho a ser llamado chilango con todas las letras y al fin te ha llegado, dicen Diego y Nicolás, un manual para saber hasta dónde llega tu chilanguez.
- ¿Eres de los que se pasan todos los semáforos en rojo si vas tarde al trabajo?
- ¿Solo usas tu creatividad para inventar pretextos y colarte en todas las filas que se te atraviesan?
- ¿Te sientes como parisino cada vez que te trepas a una Ecobici?
- Si tiembla y no recibes en el celular el aviso anticipado del Carnal Marcelo, ¿dudas del sismológico nacional?
- ¿Vives pendiente de Twitter para evitar toparte con el alcoholímetro?
- ¿Crees que más allá de las fronteras del DF todo es un rancho?
“Y si no naciste ni creciste en el DF: ¡Felicidades! Con suerte, El libro chilango te será de gran utilidad para sobrevivir a tu próximo encuentro con algún peculiar espécimen del Chilangus gandallensis”, afirman los escritores en un comunicado de prensa distribuido por la editorial Planeta.
LA NUEVA GUÍA ESPIRITUAL DEFEÑA
El libro Chilango es una guía espiritual defeña que permitirá saber quién es el ídolo del natural o residente en el Distrito Federal. Sabremos qué deporte es su favorito, cuál es su principal enemigo, qué lee, qué come y cómo reacciona frente a las marchas, los festejos en el Ángel de la Independencia, el amor a los Pumas de la UNAM o el odio a las Águilas del América, todos elementos de un paisaje patriótico singular.
Nicolás Conti nació en Buenos Aires en 1982, dice haber crecido andando en patines por Plaza Inn. Rápidamente se apropió del argot y acento chilangos, para que sus amigos dejaran de molestarlo por ser argentino y actualmente es chilango por doble partida: por su FM2 y por decisión propia.
Nicolas Conti se hizo chilango patinando en Plaza Inn (Foto: Especial)
Diego Basave (México, 1982) considera que su mejor pasaporte chilango son las horas que pasó en transporte público durante su infancia en el sur, ahora dedica su tiempo libre a ver películas, jugar futbol amateur y, sobre todo, tomar fotos de todo lo que come en los restaurantes chilangos para subirlas a la única red social que usa: Instagram. Si el lector quiere mentarle la madre, basta buscarlo en la colonia Roma, donde, como buen mandilón, saca a pasear al chihuahua anciano de su esposa o sale a comer con sus amigos los viernes a las tres de la tarde, dice.
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