Fotos: Cortesía de María Torres y Juan Carlos González Islas.
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Sin lugar a dudas, una de las propuestas dancísticas que más se esperaba su participación en este primer festival de danza callejera Tonio Torres, es Aletheia. Cuerpo Escénico de México, bajo la dirección de la Mtra. Bárbara Alvarado, quienes además tuvieron el honor de clausurar esta fiesta de la danza.
Un atractivo más era su presentación en el formato de calles, ya que en anteriores presentaciones lo había hecho en escenarios formales.
Pero no fue así, debido a las condiciones climatológicas imperantes en este día internacional de la danza para ser trasladado al espacio del patio del Palacio Municipal.
Aun así, la fraternidad se hizo presente al compartir este delimitado espacio con la compañía potosina de Nucleodanza bajo la dirección de la Mtra. Guadalupe Orellana para decantar la obra simbólica e histórica en el devenir de la creación dancísticas callejera " La vida" del Mtro. Tonio Torres.
Para después ser participe del estreno mundial de la obra titulada " Un mundo raro" de Bárbara Alvarado, en el cual se tuvo la participación especial del Mtro. Tonio Torres.
Una coreografía que plantea un tema sustancial en la época contemporánea, a saber: la violencia pero con este tono irónico y farsico que aun así exhibe el dolor humano convertido en esta parte del menú del entretenimiento cotidiano.
”Un cuerpo helado, con la piel pegada a los huesos inye...ctados de
esperanza".
Pero indudablemente uno de los momentos mejor tratados y llevados con este tono dramático, sentido y sobrio, que se vio que caló y conmovió al público, fue esta escena en que salen una pareja de bailarines con estos pasos truncados y a punto de caer con un paraguas desplegado, que sin más le son arrebatados por otros para que uno de ellos tome al Mtro. Tonio Torres, para ser tapado y después ser puesto de rodillas ante esta latente amenaza de ser ejecutado por uno de ellos, para después realizarle un mordaz juicio por unos de ellos entorno a sus datos generales y después ser condonado por su quehacer y de esta manera dar por finalizado esta coreografía.
Bailaron: Bruno Barrón Escobedo, Andrea Cecilia Rojas, Víctor Manuel García Lavariega, Alicia Fernández, Marisol Rodríguez, Rafael Becerra y Bárbara Alvarado. Dj. Juan García.
El detonador, un ataque de unos asaltantes al lugar equivocado, el despliegue de su soberbia al victimizar a gente del público, haciéndolos pasar más como cuerpos inertes e inútiles, los cuales por cierto no cumplieron el número fijado de ley; irónicamente 132, para buscar nuevas víctimas y simbólicamente cumplir esta premisa de que -el hombre eliminado no puede ser eliminado jamás- y pedir que se grabara tanto en video como en fotos como evidencias "confiable" para salvaguardarlas en relación con estos malnacidos asesinos, a pesar de todo, llega esta discurso banal y sustancioso de pura verborrea ante la petulancia de este orbe de poder reflejo en estos estadios representados por personajes como los agentes ministeriales, así como gerentes de las áreas de Cultura, Derechos Humanos, Hacienda y Turismo.
Entre el danzar entre la música guapachosa y esta demostración de trazos que le dan cierta sustentabilidad a la obra.
Entre el danzar entre la música guapachosa y esta demostración de trazos que le dan cierta sustentabilidad a la obra.
Pero indudablemente uno de los momentos mejor tratados y llevados con este tono dramático, sentido y sobrio, que se vio que caló y conmovió al público, fue esta escena en que salen una pareja de bailarines con estos pasos truncados y a punto de caer con un paraguas desplegado, que sin más le son arrebatados por otros para que uno de ellos tome al Mtro. Tonio Torres, para ser tapado y después ser puesto de rodillas ante esta latente amenaza de ser ejecutado por uno de ellos, para después realizarle un mordaz juicio por unos de ellos entorno a sus datos generales y después ser condonado por su quehacer y de esta manera dar por finalizado esta coreografía.
"Del volcán de mi boca sopla un viento que limpia la sangre derramada". Bárbara Alvarado.
Lo que parecía ser una estrujante pieza por los temas tratados como son la denuncia de la represión y la violencia contra las personas, la vulnerabilidad como ciudadanos, la desfachatez misma de la corrupción que hace bastante eco en la misma sociedad, el ensimismado poder que incide en esta desenfadada condición humana en que vivimos, una denuncia velada como fue lo de somos 132, para quedar en este tono de una complacencia formal de un espectáculo con estos toques de ironía y estar sustentada más en la interpretación y la fuerza de sus bailarines para que el mensaje llegara a su destino, cuyo acierto puede ser debilidad en su abuso y no ir más a fondo en el tema, al ser replicada con esta acuciosa risa desenfadada y cierta complicidad de muchos de los asistentes.
Cuatro días para la danza que busca nuevos espacios, nuevas maneras de legitimarse, de crecer como experiencia artística y humana. Cuatro días para que el público no habitual de los escenarios de la danza también conozca qué sucede en su ciudad y en el mundo en cuanto a esta manifestación artística; cuatro días para que el arte no se estanque y llegue a cada rincón de la ciudad
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