Uno de los directores más libres y personales que existen se está (lo están) arrinconando cada día más con sus nuevas y delirantes propuestas. Cada vez cuesta más que sus nuevas obras logren un hueco en la cartelera de nuestros cines. Kim Ki-duk es un tipo extraño, muy extraño. Lejos de modas y posturas, él sigue a lo suyo. Sus películas pueden gustar más o menos, pero lo que está claro es que no engaña a nadie, o las tomas o las dejas, o las amas o las aborreces. Un extremista del celuloide que tenemos que intentar que no se agote y nos deje plantados ante sus maravillosas locuras.
La última en entrar en escena es Moebius y llega para no dejar indiferente a nadie. Kim Ki-duk (desde ahora KKD), nos sumerge en una historia perversa y sórdida, para mostrarnos la extrema bajeza del ser humano de una manera muy perversa e incluso cómica.
La última en entrar en escena es Moebius y llega para no dejar indiferente a nadie. Kim Ki-duk (desde ahora KKD), nos sumerge en una historia perversa y sórdida, para mostrarnos la extrema bajeza del ser humano de una manera muy perversa e incluso cómica.
Presentada en el Festival de Venecia del 2013, arrastra una gran polémica por sus escenas de sexo y violencia, donde campan a sus anchas la violación y el incesto.
Rodada sin diálogos, como si de un film mudo se tratara, los personajes no tienen nada que decir pero sí mucho que mostrar. Padre-madre-hijo y amante son cuatro seres bien distintos francamente despreciables, que se aman, se odian y se necesitan¿?. Triángulo amoroso, síndrome de Edipo, Santa Trinidad con inquilino repleta de destrucción que nos lleva ante un final que roza el paroxismo del buen gusto y de la razón.
Es lo que se presenta este martes 12 de Mayo en la 58 Muestra Internacional de cine en la Cineteca Alameda.
Con funciones a las 16:00, 18:15 y 20:30 horas.
Cooperación $ 40 General y $ 25 pesos estudiantes e INAPAM
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