Fotos: Cortesía de Edgar Gutiérrez Calvillo /FIDC Lila López
Por. Roberto A. Valenciano Capín
Lo interesante de este reconocido trabajo coreográfico " Complexe des genres" de la coreógrafa canadiense Virginie Brunell, es su concepción/ reflexión desde la danza sobre la condición del ser humano frente a sí mismo, frente a los demás y ser abordada desde una poética muy sustanciosa y gozosa.
Gracias a esta puntualidad de un discurso claro, conciso al ir entretejiéndola en escenas, para lograr capturarla con tal precisión y transitarla en esta sostenida escritura corporal como dramatúrgica en torno al movimiento y su ejecución, siempre en la constante búsqueda de algo que en momentos se puede volverse en una escritura tan efímera y vulnerable como el ser humano.
Entre un ambiente de penumbras se dejan ver en el escenario tres imágenes arropados en un tupido tutu, entrelazando dos entidades en una sola corporalidad que a través de movimientos fuertes y contundentes logran desconectarse ante este imprescindible sentido del humor, para darse este reviraje e ir reconstruyendo sus ethos ante esta desmandada conquista del otro, aun así, indudablemente emociona y provoca, logran mantener la tensión de lo acontecido.
Una pieza de largo aliento en donde su creadora ha tenido el atino de balancear esta vorágine de episodios y sentimientos, así como la genialidad de esta conexión al gestarse con tal precisión estas atmósferas desde esta lectura de la cotidianidad no solo de estas relaciones amorosas, sino también concatenarlo dentro de su contexto social y cultural, gracias a la calidad de sus movimientos, este sincretismo de técnicas para detonar en esta explosividad energética que trastoca y contrasta con esta sublimación de emociones y sin hacer dejo de su musicalidad corporal, para lograr esta reciprocidad que traspasa estas puntuales metáforas en movimiento de fina caligrafía, así como incidir en estos espontáneos aplauso del público que se congrego en el Teatro de la Paz en esta XXXV Edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López.
Una danza en donde todo trazo se extiende, se expande, se colapsa, más estos intentos de fragilidad no se quiebran, se reinventa en estas simetrías, asimetrías emocionales trazadas en estos movimientos sutiles, violentados, desnudados literalmente y en esta constante reconstrucción de estos resquicios, ser apuntalados en esta relectura de las sensaciones y emociones, ser validados su sentido de sentirse y sentirse vivos ante estos alentadores visos de esperanza, expresados a través de estos avioncitos de papel.
Es de destacar la excelente iluminación de Alexandre Pilon-Guay, así como la interpretación de los bailarines: Isabelle Arcand, Luc Bauchard,-Boissonnneautl, Sophie Breton, Claudine Hebert, Simon-Xavier Lefebvre y Federic Tavernini.
Foto: Francisco Acosta
De esta manera, cumplieron cabalmente las expectativas que se había generado en torno a lo propuesto y desplegado en lo dancístico, así como ser parte de esta escritura como hecho histórico de ser la primera compañía en los 35 años de vida de este decano Festival de Danza, en tener dos funciones continuas en un mismo espacio.
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