lunes, 30 de mayo de 2022

Enamorado de la escena; el bailarín y coreógrafo Bernardo Benítez es premiado



Por: Rosario Manzanos

A principios de los años ochenta, la escuela del maestro Bernardo Benítez (Michoacán, 1943) en la colonia Nápoles, era el sitio más destacado para la formación y el entrenamiento en danza contemporánea.

Las clases del silencioso y amable maestro siempre fueron y son espectaculares.

Entusiasmados, jóvenes y adultos se amontinaban para ver el entrenamiento para bailarines profesionales.

Era todo un espectáculo ver a los que ahora son coreógrafos, funcionarios, maestros y directores de compañías, sudar y esforzarse al límite para alcanzar las complicadas secuencias que el profesor solicitaba.

Ahora, el exbailarín, coreógrafo, feroz ensayador y maestro fue distinguido con el XXXV Premio Nacional de Danza Contemporánea José Limón 2022, que otorga el Instituto Sinaloense de Cultura y el INBAL, por su gran trayectoria en el terreno de la danza. Un premio más que merecido, sobre todo si se considera la trascendencia de su trabajo.

Benítez siempre se interesó en la escena y entró al Centro Universitario de Teatro (CUT-UNAM) a estudiar teatro, pero siempre pensando en la creación.

Sin embargo su destino estaba en la danza, y lo hizo impactado ante su contacto con obras de la notable AnaSokolow, y de la mano de Gladiola Orozco y Raúl Flores Canelo, que le abrieronla puerta para que se iniciara como bailarín.

De ahí saltó a ser coreógrafo y sus obras se estrenaron en el Palacio de BellasArtes con gran éxito. Enamorado de la danza, Benítez no sólo se apropió de la técnica de Martha

Graham, sino que viajó a Estados Unidos para tener contacto con las técnicas de Merce Cunningham y Lester Horton.

Ésta última le dio la comprensión del cuerpo como un todo, con grandes desplantes de fuerza y flexibilidad, pero de forma especial, la visualización del cuerpo en el espacio.

Con un tambor en la mano y posteriormente música a todo volumen en sus clases, en su estudio exigían rigor, memoria física y libertad expresiva. Daba taquicardia ver el nivel que lo- graban los bailarines con él. Ballet Danza Estudio, su compañía en los años 80 –luego creó el proyecto Gato– era una delicia. En ella bailaban, de forma es- pectacular Marie Joelle Clemente, Leticia Pliego, Duane Cochran, Javier Romero, Adriana Castaños, Marco Antonio Silva, Javier Rodríguez y muchos otros artistas renombrados.

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