Por: Dora Luz Haw
La Medalla Bellas Artes, el máximo galardón que otorga desde hace 18 años el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) a creadores, intérpretes y personajes de la cultura, no existe jurídicamente por lo que carece de valor oficial, aunque otorga preciado prestigio.
Es por eso que el INBA conformó un comité dictaminador que generó un documento con los lineamientos básicos para su funcionamiento, aunque aún no se trabaja en la creación de un sustento legal, explica Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del Instituto.
Los expertos juristas Ernesto Villanueva y Sergio Boeta coincidieron en que todo acto de autoridad debe observar el principio de legalidad, esto es, debe sustentarse en una norma, ley o reglamento, de lo contrario, no tiene validez.
Nadie objeta el prestigio académico o artístico que puede representar después de tantos años, señala Boeta, pero considera un error que la institución no se haya preocupado por otorgarle una base jurídica.
"Si la medalla no tiene fundamento legal las autoridades que la otorgan podrían incurrir en responsabilidad si llegara a ocurrir que alguno de los eventuales candidatos que no la obtuvieron la impugnan y esto podría dejar sin efecto la entrega de la medalla", asegura Villanueva.
Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del Instituto precisa que este año se conformó el comité dictaminador que generó los lineamientos básicos para el reconocimiento.
La Medalla se creó en 1993 por acuerdo verbal entre Gerardo Estrada, entonces director del INBA, y Rafael Tovar y de Teresa, titular del Conaculta.
Se otorgó hasta 2010 a personalidades que estaban en una etapa mayor de su vida, que cumplían años de trabajo o por onomásticos de producciones artísticas.
"En cambio, ahora definimos que no se trata de un reconocimiento a la trayectoria artística de nuestros creadores e intérpretes que han realizado su trabajo en México o de mexicanos en otros sitios del mundo.
"En ellos precisamos que lo más importante a tomar en cuenta es la trayectoria, es decir, que el trabajo artístico (mínimo de 20 años), haya tenido impacto en el desarrollo y difusión de la cultura, así como en el arte de nuestro país, por eso se quitó el criterio de otorgarlo, por ejemplo, en cumpleaños", aclara Ramírez Cárdenas.
Con estas nuevas reglas, el INBA recibirá las candidaturas de los responsables de las diversas áreas que lo conforman y el listado es expuesto a un comité dictaminador.
La medalla de oro se reserva a creadores y la de plata a gestores culturales y no contempla a artistas relacionados con expresiones populares sino a personalidades del ámbito de las bellas artes. Sólo se designarán un máximo de 10 de oro y 5 de plata anualmente.
Medalla de oro
En los próximos meses recibirán la Medalla de Bellas Artes siete creadores más:
· Mireya Cueto, dramaturga y titiritera
· Vicente Leñero, escritor y dramaturgo
· José Agustín, escritor
· Susana Benavides, bailarina
· Vicente Rojo, artista visual
· Gilberto Aceves Navarro, artista visual
· Pedro Ramírez Vázquez, arquitecto
Es por eso que el INBA conformó un comité dictaminador que generó un documento con los lineamientos básicos para su funcionamiento, aunque aún no se trabaja en la creación de un sustento legal, explica Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del Instituto.
Los expertos juristas Ernesto Villanueva y Sergio Boeta coincidieron en que todo acto de autoridad debe observar el principio de legalidad, esto es, debe sustentarse en una norma, ley o reglamento, de lo contrario, no tiene validez.
Nadie objeta el prestigio académico o artístico que puede representar después de tantos años, señala Boeta, pero considera un error que la institución no se haya preocupado por otorgarle una base jurídica.
"Si la medalla no tiene fundamento legal las autoridades que la otorgan podrían incurrir en responsabilidad si llegara a ocurrir que alguno de los eventuales candidatos que no la obtuvieron la impugnan y esto podría dejar sin efecto la entrega de la medalla", asegura Villanueva.
Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del Instituto precisa que este año se conformó el comité dictaminador que generó los lineamientos básicos para el reconocimiento.
La Medalla se creó en 1993 por acuerdo verbal entre Gerardo Estrada, entonces director del INBA, y Rafael Tovar y de Teresa, titular del Conaculta.
Se otorgó hasta 2010 a personalidades que estaban en una etapa mayor de su vida, que cumplían años de trabajo o por onomásticos de producciones artísticas.
"En cambio, ahora definimos que no se trata de un reconocimiento a la trayectoria artística de nuestros creadores e intérpretes que han realizado su trabajo en México o de mexicanos en otros sitios del mundo.
"En ellos precisamos que lo más importante a tomar en cuenta es la trayectoria, es decir, que el trabajo artístico (mínimo de 20 años), haya tenido impacto en el desarrollo y difusión de la cultura, así como en el arte de nuestro país, por eso se quitó el criterio de otorgarlo, por ejemplo, en cumpleaños", aclara Ramírez Cárdenas.
Con estas nuevas reglas, el INBA recibirá las candidaturas de los responsables de las diversas áreas que lo conforman y el listado es expuesto a un comité dictaminador.
La medalla de oro se reserva a creadores y la de plata a gestores culturales y no contempla a artistas relacionados con expresiones populares sino a personalidades del ámbito de las bellas artes. Sólo se designarán un máximo de 10 de oro y 5 de plata anualmente.
Medalla de oro
En los próximos meses recibirán la Medalla de Bellas Artes siete creadores más:
· Mireya Cueto, dramaturga y titiritera
· Vicente Leñero, escritor y dramaturgo
· José Agustín, escritor
· Susana Benavides, bailarina
· Vicente Rojo, artista visual
· Gilberto Aceves Navarro, artista visual
· Pedro Ramírez Vázquez, arquitecto
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