jueves, 8 de mayo de 2014

Rusia: Comienza una etapa de gran creatividad para el ballet en este país

Rusia

Comienza una etapa de gran creatividad para el ballet en este país

Período del maestro Saint-León:

Ya hemos relatado el desempeño que dicho coreógrafo, bailarín y violinista tuvo en todo Europa en el capítulo que trata la historia de la danza francesa del siglo XIX. Agregaremos entonces a los datos antes mencionados, los relevantes con respecto a sus funciones en el Teatro Ruso. Allí no sólo dirigió la Escuela Imperial sino que fue el director de su orquesta, gracias a sus conocimientos sobre música -ya que era violinista y compositor-. Saint-León era a la vez compositor, violinista y primer bailarín de sus obras, aunque también componía cada ballet en razón del talento artístico que poseía cada primera bailarina del teatro ruso. Su interesante figura posibilitó la intervención de variaciones de danza sin otros artilugios, llamadas "pas de deux" y "pas de quatre", que se realizaban sucesivamente a lo largo del espectáculo de ballet. Priorizó en sus composiciones el uso de una técnica depurada y la fantasía, como en el caso de la obra de su propiedad "Coppelia".
Niñas moscovitas en una clase de baile realizando ejercicios de barra
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Período del maestro Petipa:

En el año 1.847 llegó para radicarse en la ciudad de San Petersburgo el célebre bailarín y maestro de danzas francés Marius Petipa. Su llegada se debió a que éste, intentando huir de la sombra de su hermano -también bailarín de Francia, pero con mayor éxito en su país natal-, aceptó el puesto que su pariente rechazó por no poder abandonar su puesto en París. Así fue que el joven coreógrafo asumió como director de la Escuela Imperial, adquiriendo fama mundial como bailarín solista y caballero de la Corte a partir de ese año. La danza rusa estuvo bajo sus órdenes hasta los comienzos del nuevo siglo, con Rusia gobernada por tres emperadores diferentes: Nicolás I, Alejandro II y Alejandro III, sucesivamente.
Siguiendo el camino tradicional demarcado por los anteriores directores del ballet en Rusia, realizó más de cien obras de danza con las que desarrolló sus creaciones de "divertissement" y danza activa. Entre sus colaboradores musicales estuvieron compositores de la talla de Tschaikovsky, Balakireff y Rimsky-Korsakoff. Las escenografías contaron con diseños de Bakst, Seroff y Korovin, entre otros. Cabe resaltar que durante su período el desarrollo del ballet contó con total apoyo de Su Majestad, por lo que sus obras siempre estuvieron repletas de lujo y una magnificencia nunca antes vista en el teatro mundial.
Director de la Escuela Imperial de ballet en Rusia desde 1.847
El coreógrafo Marius Petipa.
No obstante esto, en medio de su trabajo hubo un período crítico en el cual sus obras se veían a los ojos de la Corte como estancadas en su aspecto creativo. El exceso de ballets al estilo antiguo, lo pantomímico y dramático de sus danzas no fueron del gusto del Emperador. Por ello, y tras esta situación, se sucede la asunción como director de los Teatros Imperiales de Vsevolojsky - un importante diplomático, gustoso del buen arte y la cultura-. Esto benefició al propio Petipa en su cargo, ya que junto a él logró remontar la crisis del ballet, tanto que llegó hasta su apogeo. Se dejaron a un lado el antiguo modo de representación, y se volvió a los cuadros supraterrenales y etéreos, que agradaban a la Corte más que los representados anteriormente. A partir de allí el coreógrafo mejoró sobremanera la técnica de la danza clásica, y le imprimió un carácter mucho más alegre a sus creaciones.
Para ese entonces, comenzaron a surgir teatros más pequeños que traían artistas extranjeros a sus compañías de ballet de San Petersburgo, especialmente italianos. Tal es el caso de Virginia Zucchi y Enrique Cecchetti, que con sus intervenciones modificaron la orientación de la danza en Rusia. Así surgió la nueva y brillante etapa creativa de Petipa, con obras como "Raimonda" y "La bella durmiente del bosque". La gran producción de obras a partir de 1.890 del maestro dió como fruto gran cantidad de ballets: "Casse-Noisette", "Las cuatro estaciones del año", "Barba azul", "Perla", "El espejo mágico" y "Lubochka". Esta última coreografía fue creada conjuntamente por la dupla Petipa-Cecchetti, del mismo modo que sucedió con "El lago de los cisnes", de la que participó también Petipa junto con su asistente Ivanoff , el cual aportó las grandes escenas de este ballet que aún hoy se ejecutan con gran magnífica elegancia.
Cuerpo de baile del ballet ruso de finales del siglo XIX
Escena del famoso ballet en una reposición rusa
El lagode los cisnes, obra creada por Petipa en Rusia
Por último, señalaremos la importante tarea del director de la Escuela Imperial de Baile como maestro de bailarines, que en breve ascenderían a la constelación de grandes estrellas del ballet: Fokin, Gorsky, Karsavina, Legat y Chernichova. Ellos cambiarían la concepción occidentalizada del ballet apoyados por el nuevo maestro de la Escuela Rusa, Enrique Cecchetti.
Coreógrafo italiano que más tarde crearía su propio método de enseñanza Enrique Cecchetti, el sucesor al cargo de Petipa.
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