miércoles, 12 de febrero de 2020

Se impartirá la conferencia sobre el chocolate en la Nueva España en el Museo del Virreinato


El consumo de la bebida que contiene cacao dejó de ser exclusiva para los dioses, a la llegada de españoles a México. Por lo que, junto con el maíz, el trigo y las carnes de matadero, el chocolate se volvió uno de los productos más consumidos en el siglo XVIII.

De acuerdo con la investigadora, Enriqueta Quiroz, “el chocolate era una bebida que devolvía la fuerza y el equilibrio al cuerpo, incluso  algunos lo   bebían   para   estimular   el trabajo   nocturno   y   la   llamada  lucidez   burguesa.

La conferencia será impartida por el investigador, en gastronomía novohispana, Ricardo Herrera Rodríguez en el marco de la Feria Nacional del Chocolate.

La actividad se realizará el jueves 13 de febrero a las 19:00 horas, con ingreso gratuito, en el auditorio del museo.

La  conferencia   tiene   como  objetivo valorizar   la   mezcla   del cacao   con  los   productos   más emblemáticos  de  América, Asia  y   Europa   e   invitar  a   los   participantes   a   visitar   la  exposición temporal Viaje y tornaviaje del Galeón de Manila del Museo Franz Mayer, donde podrán encontraruna  mancerina   y un  albarelo,   del  que hacemos   mención,  además   de otras  piezas  únicas.

Es de recordar que también el chocolate se servía de refresco y sustento de los viajeros, en su presentación de pozol, “bebida de indios”, compuesto de cacao y maíz con otros ingredientes con los que se hace una masa blanca“ que bebían desleída en agua fría y caliente y tiene un agrito no despreciable”.

Para tomar chocolate debía utilizarse un artefacto curioso: la mancerina, que de acuerdo con el investigador Enrique García Blanco, de la Dirección de Patrimonio Cultural, las mancerinas eran utilizadas para el consumo del chocolate como recipiente para sostener galletas y, a su vez, para sostener un pequeño “coco” de madera como recipiente de la bebida.

Las mancerinas tienen una forma de concha marina, en la base, con un soporte en la parte central que sostiene, a su vez, un pequeño   ovalo  de madera, denominado   coco,  que recibe   el   chocolate.

De   igual  manera,   los albarelos, otros recipientes de la época novohispana, eran usados como recipientes de resguardo de chocolate más fino que eran encerrados bajo llave por sus propietarios para evitar que otros “desperdiciaran” tan lujoso antojo en paladares ajenos.

Ricardo Herrera Rodríguez ha recopilado cientos de recetas de la época de los antiguos conventos, y que, actualmente, reproduce en su restaurante de comida virreinal, ubicado al poniente de la ciudad, próximo al emblemático Barrio de Tequisquiapan.

En palabras del investigador, el chocolate era tan común en la época, como lo es el café en la actualidad, por lo que quienes asistan a la conferencia descubrirán una cara desconocida sobre esta preciada, y deliciosa, bebida mexicana.


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