martes, 31 de agosto de 2021

Premian estudio de la UAM sobre cultura K pop y nuevas masculinidades


David Quezada Torres, alumno de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), obtuvo el primer lugar del concurso Research Elevator Pitch, convocado por la Red World Cities World Class University (WC2) –que reúne a docentes de instituciones ubicadas en las principales ciudades del mundo– con el fin de abordar temas culturales, medioambientales y políticos de interés común que respondan a los desafíos y las oportunidades que las urbes presentan.

El matriculado en la Unidad Cuajimalpa participó con el trabajo Hombres atractivos: la construcción de la masculinidad en los fanáticos de K pop en la Ciudad de México, en el que analiza cómo el flujo y el consumo cultural del género musical de Corea del sur y la apropiación del mismo en forma de k-pop dance cover hacen que la idea de la masculinidad de los fanáticos –en particular de la Ciudad de México y zonas circundantes– cambie, se cuestione o se reafirme.

No existen patrones universales de lo que hace atractivo o no a un varón, porque en gustos se rompen géneros, pero todos “nacemos, crecemos y nos desarrollamos en un entorno cultural determinado o en la interacción de varios de ellos”, lo que “va encaminando nuestra concepción del mundo, deseo y percepción de que alguien o algo es atractivo o no”. 

El K pop se refiere a la música pop proveniente de Corea del Sur y se diferencia de otros tipos de pop porque se expresa en coreano y las coreografías y el atractivo visual tienen gran peso, de manera muy notoria porque provienen de una región distinta a la mayor parte de la música que se consume en México, la cual tiene su principal origen en Gran Bretaña y Estados Unidos.

Esta alternativa lleva años expandiéndose por el globo, primero en el este asiático, como parte de una industria y política de Corea del Sur. La influencia del k pop en el país puede deberse a que el pop occidental tiene un mercado muy estratificado en cierta clase social y es difícil acceder a él por las limitaciones que impone el idioma, mientras que el pop latino no está produciendo propuestas nuevas y, por tanto, hay un vacío que llena aquella opción “en la búsqueda de una diferenciación generacional por parte de los jóvenes respecto, por ejemplo, de sus padres”. 

Otra explicación está en el “bombardeo masivo” de productos culturales asiáticos, incluidos el anime, los mangas y las telenovelas coreanas, además de la música. La cultura occidentalizada “en la que vivimos ha construido una masculinidad hegemónica, particular y con algunas características muy puntuales y reconocibles: autosuficiencia, fuerza, atractivo no buscado (arreglarse mucho no es de hombres), alejamiento de las tareas del cuidado, heterosexualidad/ homofobia, hipersexualidad, agresividad y control.

Tales peculiaridades funcionan como guía o prototipo y, por lo tanto, no están todas presentes en todos los varones, pero siempre funcionan como un referente, empero, en la actualidad este ideal se trastoca por motivos diferentes y uno de ellos radica en los flujos culturales posibilitados por la globalización.

“La mayoría podría juzgar como no muy masculinos a quienes se vinculan con las prácticas culturales” afines al k pop, debido a su forma de bailar, vestirse, maquillarse o usar color en el pelo, es decir, socialmente hay una carga negativa, sin embargo, conviviendo con ellos “su masculinidad no está en crisis ni cuestionada y muchos de ellos reproducen patrones de comportamiento que pudiéramos llamar machistas”.

También advirtió que esta otra forma de ser masculino o las masculinidades suaves de la cultura del k pop no necesariamente renuncian al estereotipo del sujeto que controla y domina, sino que atenúan esta condición y, por ende, surje una paradoja entre el cambio y la permanencia.

Estos flujos de diversos elementos culturales crean consumos y diálogos culturales y hacen que “lo que consideramos un hombre atractivo o nuestro ideal de masculinidad se construya en una conversación entre diferentes culturas”. 

La doctora María Moreno Carranco, investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y profesora de David Quezada, informó que la red World Cities World Class Universities fue fundada hace 11 años en Londres y desde entonces la UAM forma parte de ella por invitación, como una de las universidades representantes de la Ciudad de México, al lado de universidades pública de Milán, Sidney, Sao Paulo, entre otras, que tienen influencia a nivel metropolitano.

Cada uno de los miembros reúne experiencia en seis temas de interés común para las ciudades del mundo que son ciberseguridad; negocios; eco-campus; cultura global; transporte y conocimiento; cultura y asuntos urbanos, categoría en la que ganó el alumno de maestría de la Casa abierta al tiempo. 

“En la UAM nos interesó dar a nuestros alumnos la posibilidad de acceder a redes internacionales” a través de simposios anuales que se realizan en agosto. La Universidad ha participado con estudiantes de licenciatura y maestría de las unidades Azcapotzalco, Cuajimalpa y Xochimilco.

Para la edición de este año el reto para estudiantes de posgrado fue hacer un video de tres minutos en el que se expone el tema de la investigación, concurso que ganó Quezada Torres.

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