viernes, 1 de octubre de 2021

La transformación digital hizo replantearnos el acto de leer: Alejandro Ramírez


Por: Eleane Herrera Montejano

“Los beneficios de la transformación digital lo que muestran es amplitud en la posibilidad de dar un mejor servicio a quienes consumen los libros. Durante muchos años hubo la discusión, que me parecía bizantina, de si el libro digital enterraría al físico. Lo que vemos es que se complementan y quienes leemos lo hacemos en los dos formatos. Ha habido un complemento muy interesante y una transformación de los productos editoriales”, expresó  Alejandro Ramírez Flores, director general de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) durante la conferencia magistral La transformación digital en la red del libro, que impartió en el marco del Librofest Metropolitano,  organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). 

En la conferencia, Ramírez Flores ahondó en las redes y cadena de producción de un libro, así como en algunas aplicaciones, consecuencias e influencias que tiene la transformación digital en la red del libro.  

TRANSFORMACION DIGITAL . Sin rigor académico, se puede decir que se trata de la incorporación de tecnologías informáticas digitales en productos, procesos y estrategias que un individuo u empresa aplica en sus actividades. “La transformación digital tiene que ver con la tecnología, pero no es la tecnología. Nos muestra la aplicación e incidencia que ésta tiene en nuestras vidas y por lo tanto es un fenómeno sociocultural derivado de la tecnología y vinculado a ella”, postuló el titular de la Caniem. 

Recordó que estas transformaciones no son nuevas, pues ha habido muchas otras derivadas de los avances tecnológicos a lo largo de la historia humana, por ejemplo: el arco, fabricado con una rama y cuerda de tripa de animal o vegetal; o construir lanzas con puntas de pedernal son avances tecnológicos que generaron transformaciones socioculturales.  

Expuso también que anteriormente se omitían muchas tareas que se hacían en la cadena del libro -muy particularmente la de la selección de propuestas autorales- y es por eso que ahora la industria se entiende como un servicio que conecta al generador de contenidos con el consumidor a través de un producto llamado libro.  

Entre los elementos principales de la transformación digital, Ramírez Flores destacó: el internet y la operación en línea; el trabajo colaborativo y la información compartida; y el internet de las cosas (IOT) 

Ejemplo de estos elementos, señaló, son los eventos del LIBROFEST que se transmiten en línea y que no serían posibles sin el internet. “Tener un canal universal de comunicación nos ha hecho el tema de aldea global una realidad”. 

Apuntó que el trabajo colaborativo y la información compartida es un elemento importantísimo porque en la pandemia vivimos restricción de movilidad social y necesidad de compartir información. 

En cuanto al internet de las cosas, comentó que en la industria editorial algunos libros tienen un código QR en los márgenes, que al ser enfocado por un teléfono inteligente da acceso a cosas que no están en el libro. 

“Si pensamos que los libros son esencialmente contenidos plasmados en diferentes soportes aplicar el internet de las cosas al libro, para integrar estos códigos QR que permitan vincularlos a sitios en internet específicos, realidad aumentada o virtual, es una forma de valor agregado”, añadió. 

Por otra parte, subrayó como también fundamental algo que los medios universitarios en carreras de ciencia y tecnología mencionan mucho: The Big Data, el gran volumen de datos que se adquieren y procesan cotidianamente, por ejemplo, en empresas de alcance mundial como Amazon o Netflix. 

En ese sentido, apuntó que la industria editorial emite mucha información que conocemos como metadatos, y el libro es un producto que tiene una gran cantidad de información para definirlo (autor, titulo, editorial, el ISBN que es parte de su acta de nacimiento). 

“Las editoriales deben sumar a sus especialistas humanos – diseñadores, correctores de estilo, etc- especialistas en temas de inteligencia artificial y en procesos de análisis de datos”, concluyó el titular de la Caniem. 

 “El libro tiene por el momento cuatro soportes y quien sabe qué nos depare la evolución tecnológica: el tradicional impreso, el que tiene mucho que ver con transformación digital, audiolibros y los libros en soporte braille -que a veces pasa inadvertido-”, elaboró  Alejandro Ramírez Flores, director general de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem). 

Destacó que esto nos lleva a replantearnos el cómo leemos, pues “no leemos solo con la vista, también lo hacemos con el tacto y oídos”. 

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