lunes, 13 de diciembre de 2021

Alberto Ruy Sánchez recrea en ‘El expediente Anna Ajmátova’, la vida y la obra de la escritora



Por: Virginia Bautista

Una novela sobre el poder de las palabras. El expediente Anna Ajmátova, del escritor mexicano Alberto Ruy Sánchez (1951), recrea, a partir de las dimensiones que dan la poesía y la música, la vida de esta escritora rusa que encuentra en la tenacidad lírica “una manera fuerte de estar en el mundo”.

Nacida en 1889 y fallecida en 1966, Ajmátova dedicó sus versos al amor, al deseo, a la muerte, a la sobrevivencia ante el autoritarismo, a la relación del hombre con los lugares y a la empatía con los semejantes que padecen opresión.

"La poesía la convierte en ella misma”, comenta Ruy Sánchez en entrevista. “Es una novela que tiene que ver con el poder; pero, sobre todo, con el amor y sus complejidades, los celos, sobre la dimensión de la poesía en la vida, el lugar que ocupa”.

La autora de La tarde, Rosario y Réquiem estudió derecho, latín, historia y literatura en Kiev y en San Petersburgo. Se casó con el poeta Nikolái Gumiliov, con el asiriólogo Vladímir Shileiko y con el historiador de arte Nikolái Punin. Vivió un romance con el pintor Amadeo Modigliani en París, fue discípula de Pushkin y fascinó al dictador soviético Iósif Stalin.

Su primer marido, Gumiliov, fue acusado de conspiración y fusilado en 1921; el último, Punin, murió de agotamiento en un campo de concentración en 1938. Más tarde, su hijo Lev también fue arrestado y deportado a Siberia. Tenía prohibido escribir y publicar, era vigilada y fue acusada de traición y deportada.

Pero sus versos eran repetidos oralmente y sobrevivieron escritos por prisioneros en pequeñas hojas de corteza de abedul. “Algo que siempre me impresionó de ella es la tenacidad de su poesía. Su generación concebía a este género literario como un oficio que debían desarrollar para aprenderlo, como un herrero o un carpintero. Sus cofradías o talleres iban forjando una manera de aprender a estar en el mundo como poetas”.

Ajmátova, explica el poeta y narrador que ha escrito sobre ella desde los años 70, escapó de la prohibición de su padre de usar su nombre, por eso retomó el apellido de su abuela tártara; sobrevivió a la separación de su madre para estudiar y a la fama de sus maridos. “Supo ser mujer en una sociedad hipermachista”.

Por este motivo, Alberto Ruy quiso recrear su relación con Modigliani. “Habiendo yo escrito sobre el deseo, habiéndome entrenado para escuchar a mujeres deseantes, traté de oír a Anna. Dejó huellas en sus poemas y con eso construyo la historia de amor. Estuve en los lugares de París a donde Modigliani la llevó. Él hizo 16 dibujos de ella, que le regaló; se perdieron todos menos uno”.

Y sobre Stalin, destaca que “Anna trata de averiguar por qué tiene una fijación con ella. Tiene que ver con un poeta de provincia rechazado por la capital, San Petersburgo, y luego toma venganza cuando tiene poder; y se enamora de ella”.

Ruy Sánchez agrega que “en esta historia hay otro personaje, la guardiana de la KGB que se encargaba de vigilar a los obreros, Vera Tamara Beridze. Ella vigila en forma secreta a Anna. Es la narradora de la novela y también queda fascinada por la poeta, de la que se hizo vecina.

"Otra dimensión de esta propuesta es la música, pues varios compositores musicalizaron sus poemas”, añade. “Ella era una celebridad por su forma de leer; en este sentido, era una mujer moderna, performancera, hacía cabaret literario todo el tiempo.

Encontrar la mediación entre el tono de cómo leía y el tono de cómo la cantan los compositores, me ayudó a hallar el tono exacto de la novela”, detalla.

La obra de Ajmátova, traducida a varias lenguas, sólo apareció íntegra en Rusia hasta 1990. “Su poesía sigue circulando en la mente de las personas. Esta novela se detiene en 1921. Pero, con el material que tengo sobre ella, es posible hace otra que cubra otros 30 años”, adelanta.

En 1962, Ajmátova fue propuesta al Premio Nobel de Literatura, pero no lo consiguió. El 5 de marzo de 1966, Anna murió de un infarto en un sanatorio de las afueras de Moscú y fue enterrada en Komarovo. “La poesía fue su refugio y salvación”, concluye.

OTRAS NOVELAS

Los nombres del aire (1987).

En los labios del agua (1996).

Los jardines secretos de Mogador (2001).

Nueve veces el asombro (2005).

La mano del fuego (2007).

Quinteto de Mogador (2015).

Los sueños de la serpiente (2017).

El expediente Anna Ajmátova (2021).


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