AFP
París. El sarcófago del faraón Ramsés II salió por primera vez de Egipto para una gran exposición en París que se inaugura hoy en la Grande Halle de la Villette de París.
Monarca todopoderoso durante 66 años en el antiguo Egipto, Ramsés gobernó aproximadamente entre 1279 y 1213 aC, época de prosperidad, marcada por obras monumentales para glorificar sus victorias militares.
Tuvo una docena de esposas, entre ellas la legendaria Nefertari, que le disputa a Cleopatra el título de monarca más bella del antiguo Egipto.
Procreó más de 100 hijos, y al morir, pasados los 90 años, fue enterrado en una tumba sin parangón en la época, en el Valle de los Reyes (sur del actual Egipto).
Esa tumba, de casi 900 metros cuadrados, fue saqueada, así que los sacerdotes la vaciaron y la momia fue depositada en un escondite, donde permaneció oculta hasta su descubrimiento a finales del siglo XIX.
Esa momia fue salvada a su vez de una invasión de hongos por un equipo de expertos franceses en 1976.
En agradecimiento, Egipto presta ahora de manera excepcional el sarcófago de madera de cedro (sin la momia), el punto culminante de una exposición con 181 objetos de ese largo reinado que sigue fascinando a los egiptólogos e historiadores.
Oculto durante siglos
Cuando se descubrió que la tumba había sido saqueada, lo más urgente fue poner a resguardo la momia. Durante cerca de un siglo se quedó en la tumba del faraón Seti I (padre de Ramsés II), explicó la egiptóloga Benedicte Lhoyer.
La momia acabó mucho más tarde en el actual sarcófago, donde permaneció más de 2 mil 800 años.
Ramsés II batió al tiempo. Como Tutankamón, se ha convertido en inmortal, explica Lhoyer, que califica la exposición de excepcional.
Entre las piezas más espectaculares, una cabeza colosal del faraón de granito rosa, descubierta en Menfis, una máscara mortuoria en oro del general Wendjebauendjed o varias joyas engarzadas de piedras preciosas de princesas de la época.
París será la única ciudad europea que acoge esta exposición y sobre todo, la única que muestra el sarcófago de Ramsés II, explicó la egiptóloga.
París ya acogió en 2019 una gran exposición consagrada a Tutankamón que congregó a más de 1.4 millones de visitantes.
Para Ramsés II (que reinó mucho más tiempo que su predecesor), hemos vendido más de 145 mil reservaciones, lo que es más que lo que tuvimos con Tutankamón, explicó a la prensa este jueves el presidente de la empresa organizadora, World Heritage Exhibitions (WHE, por sus siglas en inglés), John Norman.
Además de la exposición dedicada a Tutankamón, WHE ha organizado otras actividades de gran impacto, como los tesoros de Machu Picchu o la muestra sobre los últimos días de Pompeya.
Ramsés II pasó a la historia ante todo por su victoria sobre los hititas, que amenazaban a Egipto provenientes de Anatolia (actual Turquía).
La batalla de Qadesh, en el norte de Siria, es una de las más sonadas de la antigüedad. Ramsés II destrozó al poderoso ejército enemigo, y la victoria le sirvió para glorificarse durante décadas y reforzar su autoridad en un imperio en el que, por definición, los faraones eran considerados dioses.
Ramsés II aprovechó esa aureola que lo rodeaba para construir templos (en honor de Amón en Tebas, o el templo funerario de Ramesseum) y para trasladar la capital del imperio al norte del país (Pi-Ramsés).
La exposición parisina permanecerá abierta hasta el 6 de septiembre; la entrada cuesta unos 26 dólares.
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