lunes, 28 de marzo de 2011

Se estrenó el documental "el diablo, la lanza y el tambor" de los realizadores; Saboyel Almazán y Omar Flores Sarabia en la Cineteca Alameda

Por: Roberto A. Valenciano Capín.

Indudablemente, nada sustituye el poder disfrutar, conocer y sorprenderte y a la vez ser testigo de esas tradiciones viviente que forman parte del crisol de nuestra historia que convergen en estas tierras del Tunal Grande.

Por lo cual, emana este registro testimonial y a la vez contribuye en exponer uno de los tantos prismas que integran este mosaico cultural, a través del estreno del documental/ cortometraje: El Diablo, la lanza y el Tambor. Un trabajo creado por: Sabdyel Almazán y Omar Flores Sarabia, acreedores de la beca del Fondo Estatal de las Artes 2010, dentro del rubro de investigación y difusión del patrimonio cultural .

De esta manera, "lo queríamos era poder demostrar como esta tradición potosina se podría irse perdiendo a partir de la migración, así como los factores socioeconómicos que no se pueden controlar", al registar y perservar estas manifestaciones socioculturales que están en peligro de desaparecer".

Un tambor sonando, cuatro lanzas erguidas. Un adolescente pensativo, una máscara de colores, cien diablos bailando, aunado a la cordial invitación para disfrutar un poco de la exquisitez de su diversidad, la frondosidad de su colorido, sabores y sensaciones bajo la presencia musical del grupo "Santuario Huaxteco" quienes nos deleitaron con tres sones tradicionales; -la Huasanga-, el Zacamandú y - la Petenera- .

Al convertirse el escenario de la Cineteca Alameda en la plataforma del espectáculo de danza-teatro " Ximocueso" del proyecto Teatro Cuerpo Social, basado a partir de la transfusión provocada por el adiós y la despedida .

La cual gira en torno al desdoblamiento de la dualidad-Ometeotl-, el trajinar de cada uno de sus elementos no solo se van trazando historias, sino una seriación de sensaciones bajo el talante de la palabra que evoca en si misma la infalible unión de dos esencias, de esta manera generar no solo una lectura velada en cuanto al cuestionamiento a la soledad, siendo redimida a través de las flores, la ausencia del ser amado, santiguado al regalar trozos de chocolate o, esas barreras físicas como es la misma frontera, sino más bien bajo la premisa de que nada nos pertenece, que todo pasa y queda solamente en la memoria del cuerpo.

Un trabajo dancístico interesante, cautivante, muy reflexivo y lleno de un halo de ritualidad, al decantarse bajo el trémulo lenguaje del butoh, pero aun así causo intrigar a muchos y crear una lecturas abierta creada en torno a sus intérpretes: Saraí Martínez Anaya y Carlos Iván Cruz Islas.

En otra orden de ideas, se conjugó la letra y la música para darle sustancialidad a este trabajo de investigación documental, con la interpretación del soundtrack de la misma, a cargo del compositor e intérprete; José Antonio Parga acompañado del Trío "Santuario Huaxteco" integrado por: Alfredo Aguilar en el violín y voz, Rodolfo González en la jarana y Ernesto Velarde en la quinta huapanguera y voz.

Con un título muy sugestivo, este documental que refiere a los tres elementos básicos del documental, que es el diablo, que son los lanceros y la música a partir del tambor, surge por la necesidad de capturar a través de la imagén y sonido la fiesta de los Judíos, que se desarrolla en la comunidad tenék de Tamápatz en el municipio de Aquismón en la Huasteca potosina, que a través la visión del joven tenek, Marcelino Cabrero Morfín, comparte sus experiencias, su visión de la vida y así como cumplir siete años vistiéndose para este festejos religiosos en la Semana Santa.

En medio de disfraces de diablos, humo, música detambores, flautas, lanzas, aguardiente y comida tradicional, los indígenas danzan desde el amanecer hasta el ocaso. En donde los varones Tének, se disfrazan y se ponen máscaras de diablos, se ponen camisas de manga larga y pantalones de colores, salen a la calle con látigos para danzar durante la semana santa, y bueno, representando al mal que esta buscando a Jesús para crucificarlo, al girar en entorno a una celebración que es totalmente prehispánico y con ciertos rasgos religiosos.
De esta manera, no solo es el viajar a través de los ojos del adolescente Marcelino, sino dejarse encantar con una exquisitez de los aromas, colores capturados en una excelente fotografía, y por si fuera poco, hay que decirlo, es un excelente documento que sin más va trazando una ruta real de lo que es esta conformación de concepto de nación mexicana.
Entre un cálido aplauso de un público mayormente joven que se dio cita a este espacio cultural de la Cineteca Alameda, tuvimos la oportunidad de platicar con uno de sus realizadores, Sabdyel Almazán.

¿Porqué tomar como eje narrativo la voz de un joven, y no la voz de un adulto?.

"Pues de entrada, nosotros queríamos que ser más que un documental educativo, documental o informativo, queríamos que fuera un documental que te pudiera llegar y que te pudieras identificarte con él, que quisieras ver la fiesta, que quisieras conocer el lugar, que quisieras ir, probar, estar y se parte de la celebración. Entonces lo que decidimos fue que si queríamos el lado humano y no había de otra forma que ir con uno de los protagonistas y tratar de encontrar sus factores tanto sociales como las cosas que le rodean, su vida, su forma de ser".
Hay que destacar que Marcelino es un protagonista excelente, "porque nos da una paleta de cosas, nos pone desde un momento serio cuando nos habla de su familia y al mismo tiempo nos pone un momento divertido cuando dice a mí ya se me fue la onda, que te estaba diciendo".
De ahí que sea un adolescente que ama sus tradiciones, pero que la misma vida se ve obligado a salir de su pueblo, porque se tiene que irse a trabajar, "la duda es que va empezar después, seguirá amando sus tradiciones o se convertirá en uno más de lo que dice que se van y regresan, pero ya no quieren bailar y no ser parte de la fiesta".
Entre los retos que les llevo realizar este documental, se encuentran "lo complicado enfrentarlo a un público que no esta muy acostumbrado, pero lo importante es que el público lo reciba, que este consciente de que hay esta y puede visitarlo en Semana Santa, puede ser parte y darse que Marcelino existe y que saldrá este año y no sabemos que pasará con él"
Por lo cual, sus realizadores buscan encontrarle un sentido a esta fiesta, "estaba la semana santa en general. Pero sabíamos que había algo más que queríamos enseñar, que queríamos mostrar, que la gente supiera que no solo había una cara de la moneda, que había una más y que era esta tradición que es tan emblemática en la huasteca".
Comentó Almazán que sería muy interesante que todas las tradiciones pudieran tener un punto de partida para poder llegarle a la gente, independientemente si es el cine, la música u otras áreas.
Así como también encontrarles nuevos espacios, "encontrarles festivales, encontrarles concursos y que la gente no solo de San Luis , del país y del extranjero pueda acercarse un poquito más a la fiesta, a esta celebración y darse cuenta que este tipo de rituales siguen existiendo en México".
A pesar de no tener muy claro en cuanto a su distribución, no descartó que la Secretaría de Cultura tenga el acceso al material en cuanto a distribuirlo y difundirlo en escuelas o en lugares públicos y a la vez puedan trabajar con él.
"Así como también trabajaremos con el material en otros espacios para que sea difundido", asevero Sabdyel Almazán.
Una producción de Críos producciones y el Gobierno Constitucional de San Luis Potosí, a través de la Secretaría de Cultura y el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, así como el apoyo del H. Ayuntamiento de Aquismón y la Coordinación Estatal para la Atención de los Pueblos Índigenas.
Para más información, pueden checar en: http://www.eldiablodocumental.tk/

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