sábado, 14 de junio de 2014

Andrés Calamaro y Enrique Bunbury: Juntos pero no revueltos prometen rock y bohemia en el otoño mexicano

 
Por: Mónica Maristain.
 
El argentino Andrés Calamaro y el español Enrique Bunbury se han nutrido mutuamente compartiendo una zona creativa donde confluyen en sabia armonía la raíz rockera con la canción de autor.
 
El zaragozano, seis años más joven que “El Salmón”, nunca ha escondido su admiración e incluso la poca molestia que le causa que a menudo se lo compare con el artista bonaerense.
 
“Aunque sea una comparación en la que salgo obviamente mal parado puesto que su obra es mucho mayor que la mía, me gusta pensar que tengo algo parecido a él. Me parece un artista jodidamente bueno, el number one. Y me digo: ojalá alguien vea algo parecido en mí de lo que yo veo en él”, supo decir Enrique.
 
Desde su experiencia juvenil y exitosa con Héroes del Silencio, que se separó en 1996, el español ocupó las últimas décadas en construir con mucho empeño y creatividad una carrera en solitario que no ha hecho más que acendrar su importancia en la música popular en nuestro idioma.
 
Hay discos del nacido como Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy el 11 de agosto de 1967 que han pasado la prueba del tiempo y que se han constituido en clásicos dignos de ser escuchados con atención. Por caso, el recordado Pequeño, de 1999, que marcó un punto de inflexión en su carrera y estableció el rumbo de lo que iba a ser su hoy muy valorada obra de autor.
 
Con canciones como “Infinito” y “El viento a favor”, Bunbury –que ha tomado su apellido de un personaje de La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde- se consolidó como un intérprete y compositor de relevancia en el competido rock en español.






EL TIEMPO DE PALOSANTO
 
En este año, Bunbury ha regresado al disco con Palosanto, un trabajo riguroso que destaca su preocupación social y donde se hace cargo de la difícil situación política, económica y social que vive España.
 
Tal como decía Nacho Vegas, su compañero de aventuras y con él que llegó a hacer una gira y grabar el disco El tiempo de las cerezas, el interés de los músicos por la cuestión social no es exclusiva de Enrique, sino más bien una tendencia entre los artistas castizos.
 

Enrique Bunbury, con los pies en la tierra. Foto: Especial
Enrique Bunbury, con los pies en la tierra. Foto: Especial

La apuesta le ha salido bien al zaragozano, quien recientemente recibió el Premio Los Ángeles en la categoría de Mejor Artista Rock Pop, una distinción que compartió con el ex boxeador mexicano Julio César Chávez y el músico norteño Ramón Ayala, del que Enrique interpretó “Tragos de amargo licor” junto a La Santa Cecilia.



Con cuatro sencillos que han tenido mucha aceptación, el último de los cuales fue “Salvavidas”, cuyo videoclip grabado en el Auditorio Telmex de Guadalajara, el artista presentó a principios de mayo, Enrique Bunbury dice estar viviendo “un momento dulce” en su carrera y para muestra la anunciada gira americana que iniciará en septiembre próximo con Palosanto.




LOS CONVULSIONADOS TIEMPOS DEL SALMÓN
 
Andrés Calamaro cumplirá 53 años en agosto próximo, pero la edad no lo ha calmado. Por el contrario, cada una de sus apariciones públicas levanta polvareda, tal como ocurriera el pasado fin de semana cuando “Andrelo” lanzó vivas al Rey Juan Carlos en la corrida de toros llevada a cabo en Las Ventas de Madrid.
 
“Andrelo” fue uno de los 22 mil espectadores convocados en la Plaza Monumental para despedir al rey que abdicó la semana pasada y adonde asistió invitado por el torero de Extremadura Alejandro Talavante, su amigo personal.
 
Las vivas al rey no se corresponden con las ideas de izquierdas que defiende Calamaro, cuya hermana, la cantante Hebe Rosell, vive en México desde hace muchos años, país al que llegó como exiliada política, escapando de las garras de la dictadura militar.
 
El Salmón cantará los temas de Bohemio. Foto: Especial
El Salmón cantará los temas de Bohemio. Foto: Especial
Tampoco los toros son la expresión de la corrección política tan en boga y conforme Andrés recibe más y más críticas por dicha afición, crece su apoyo a tan vapuleada actividad. De hecho, uno de sus hobbies es la fotografía y tiene toda una serie de corridas y toreros en imágenes de su autoría.
 
“Prometí lealtad a este señor cuando me fue dada mi segunda nacionalidad y aquí estoy respetando lo prometido. El Rey se merecía el aplauso de la afición solo por cumplir su último servicio a la tauromaquia y porque durante un largo tiempo feliz, fue un hombre real que cayó muy bien a su pueblo soberano, se le quiso con simpatía y cercanía”, escribió El Salmón en su blog.
 
“Por izquierdas no me corre casi nadie, ni siquiera el ‘coletas’(en referencia al líder de Podemos, Pablo Iglesias), tengo sangre roja. No es ningún secreto que la corrección política me importa poco, no es que la edad me haya inclinado hacia la derecha del pensamiento; no termino de creerme una serie de tendencias por el simple hecho de ser tendencias, que cada uno coma lo que quiera y vaya las veces que quiera a ver los toros para siempre”, agregó.
 
Genio y figura. Un artista tan interesante como contradictorio. Admirado por una carrera prodigiosa que ha alimentado con joyas inmarcesibles el cancionero en español y al que no se lo vio muy bien en su reciente visita a México, cuando cantó junto a Los Tigres del Norte en el Vive Latino.
 
 
Por el contrario, su concierto de 2013 en el Auditorio Nacional fue la consagración definitiva de un artista que vive un romance tardío con México, donde durante mucho tiempo fue un cantautor de culto, sólo para entendidos.
 
 

Su reciente disco Bohemio merece varias escuchas. Los críticos se apresuraron a ubicarlo en la medianía, quizás porque La Lengua Popular, el álbum de 2007 fue casi perfecto y gracias a él Calamaro se ganó todos los premios del año.
 
MÁS ALLÁ DE LOS TOROS
 
“Mira, yo soy muy contrario a los toros por mi condición de vegetariano y mi condición de respeto al mundo animal. Pero por otro lado hay algo mágico, ritual, religioso, mitológico y fantástico en el mundo taurino, que soy capaz de que me maraville igual que me maravilla el mundo del circo, igual que me maravilla el mundo de la magia, y me maravilla el mundo del boxeo, precisamente por toda esta iconografía mitológica que adquieren todas estas disciplinas”, supo decir Enrique Bunbury.
 
Genio y figura. Un artista irrepetible. Foto: Especial
Genio y figura. Un artista irrepetible. Foto: Especial
 
A los 46 años, el zaragozano se ve saludable y aunque no ingiere proteínas animales ni apoya la matanza de cuadrúpedos en una plaza, se juntará con su amigo Andrés Calamaro para ofrecer una gira de conciertos en nuestro país.
 
Será el sábado 18 de octubre, cuando ambos pisen el escenario del Foro Sol, en una propuesta musical que los llevará luego a León, Villahermosa, Mérida, Morelia y Monterrey.
 
Bunbury & Calamaro, dos consagrados y máximos artífices del rock Iberoamericano, juntos pero no revueltos en el otoño mexicano.
 

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