Sin lugar a dudas seguimos en estos tiempos
de híbridos como lo diría puntualmente Rockdrigo González, al verse más sustancialmente en cuanto a esta disipación tanto de estas fronteras y categorías perfectamente
delimitadas.
E indudablemente es un reflejo de esto es lo que propone Antonio Lira y el Muro, quienes plasman este trabajo musical en un disco de título homónimo.
A pesar de ya tener acumulado un kilometraje inconmensurable en diseminar y a la vez compartir su entender de este hacedor de canciones y del rock en su propia dimensión. Aun así, le gusta y le incide en ir más allá de la auto- complacencia, de encontrarse siempre en este vértice o gesto de reinventarse y de vivir estas historias sonoras intensamente, de ahí que indiscutiblemente se da la creación de este puente sólido entre lo hecho sólidamente con Liran`roll y ahora con el Muro.
Pero se dirá que viene el caso todo esto, pues viene a colación en cuestión de este proyecto musical alterno de Antonio Lira, quien lo comparte con el grupo El Muro, en donde prevalece este ejemplo de constancia, perseverancia y la certeza de entender que lo más importante es la música de este máxime representante de un mal llamado rock urbano mexicano.
Indudablemente, uno de los hacedores de canciones más constantes en estas dos última décadas, si el término lo permite y un ejemplo de esto, es indudablemente este disco que más bien nos remite inefablemente a buscar estos senderos para dejar fluir su creatividad hecha canción de aquellas que han estado almacenadas por varios de años, el cual también tiene el acierto de compartirlo dentro de este renglón con esta complicidad de varios años en estos devenires creativos como es Alberto Rosas.
Un proyecto que tiene esta solvencia musical y que se trasmina en once canciones, que diríamos en primera instancia es como estar en casa.
Una propuesta musical hecha y a la vez nos muestran a un Toño Lira nostálgico, pasajes sutiles bajo la pulsación de estas sonoridades como es esta diversificación del poder disfrutar a partir de un cadencioso blues, como lo también lo hace con un rock con mucho oficio, sin hacer dejo de estas texturas de lo urbano, así como complementarse con este cálido ejercicio de cantar bajo el formato de una big band, así como atrapar y deleitar a los amantes de un rock progresivo melódico y tintes del metal.
Al confirmar lo que Antonio Lira refiere a la particularidad de este proyecto de " probar con nuevas alternativas que yo no había entrado como por ejemplo hay una canción al estilo Frank Sinatra, otra que es al estilo de los grandes baladistas y hasta hay un blues. Es un disco muy bien surtido y la razón es que hice mancuerna con el señor Alberto Rosas que me ayudó mucho en la producción e hicimos muy buena mancuerna. Originalmente iba a ser un disco acústico de Toño Lira y Don Beto tocando el sax, pero el señor(Rosas) empezó a invitar que al baterista que esto y que lo otro, para hacer una bandota que no me desagrada y quedo muy bien la música".
Para el también productor de este proyecto, Alberto Rosas comento que este proyecto surgió " para refrescar las actividades que tenemos constantemente con Liran Roll y, estamos tratando de hacer algo novedoso, es totalmente alternativo y experimentamos con algunos géneros musicales desde el jazz, algo de baladas y hasta un poco de rock progresivo, totalmente diferente a lo que hacemos con Liran Roll".
De ahí que la intensión de este proyecto es también abarcar a través de los géneros tocados y de por tanto " tratamos que les guste no solamente a la gente que está inmersa en el rock sino, tratar de gustarle a las personas que ni siquiera han volteado a ver lo que es el rock and roll y tratar de darlo a conocer a través del proyecto que es Antonio Lira y el Muro, así como ver el trabajo que está haciendo él, con sus arreglos musicales, letras".
En cuanto a lo compositivo, resulta una buena fuente que va desde lo hermosamente dolorosa, sensual, elegante y ardiente.
Con respecto a los instrumentistas, son muy buenos. Si bien no llegan al virtuosismo, hay un muy buen uso de las guitarras, los bajos y especialmente las bases, así como todas estas sonoridades extras que le dan a este disco que marca que se pueden hacer canciones honestas, bien trabajadas y con alta calidad.
Es así como es redondeado este disco con una propuesta musical que no solamente es fácil de discernir, sino también muy bien amalgamado y harto disfrutable, gracias al talento también de Alberto Rosas y Octavio Cervantes en lo composicional, sin hacer dejo de los que integran también el Muro: - Alejandro Sosa, Max Chun y Alejandro Arana.
Canciones como: - Ahora que soy libre-, -Chicago Blues-, - Desde que te fuiste-, - El pescador-, - Guerreros-, - La Cita-, -La Piedra-, - Medio Borracho-, - No me canso de vivir-, - Regis-, - Tal vez-, - Amanece- y - Cada recuerdo me lleva a ti-.
Un disco que vale la pena darle una oída y dar cuenta del talento de estos proyectos independientes.
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