domingo, 13 de febrero de 2022

Evangelio escrito desde el miedo; Amélie Nothomb recrea últimos momentos de Jesús



Por: Juan Carlos Talavera

La sed es un acto solitario que puede brindarle humanidad al ser más divino, tal como lo muestra la escritora belga Amélie Nothomb (Japón, 1966) en Sed, su más reciente novela, en la que imagina una nueva ruta de los últimos momentos de Jesús de Nazareth, a partir de un evangelio creado por la autora, en donde el personaje transcurre la noche previa a su crucifixión haciendo una reflexión sobre la vida, la encarnación del hombre y el miedo a la muerte.

"Me gusta el Jesús que está sufriendo, no el de los milagros, sino ese Jesús que sufre por su juicio y porque en aquel momento es alguien que no es entendido”, expresó ayer Nothomb durante la videoconferencia para lanzar este libro que llegará a México el próximo 18 de febrero y que fue definido por la editora Silvia Sesé como una narración “original y en estado de gracia”.

La también autora de Los nombres epicenos y Golpéate el corazón comentó que poco antes de 2018, mientras estaba en París, pensó en su edad y decidió que era momento de escribir esta historia que le había rondado la mente casi medio siglo.

"Tenía tres años cuando mi padre me habló de Jesucristo. Al momento, me di cuenta que sería un superhéroe para mí y que me acompañaría durante mi vida. Entonces no sabía que sería escritora, ya que eso no entraba en mis proyectos, pero cuando empecé a escribir me di cuenta que tendría que narrar algo sobre él.

"Entonces, en 2018, me dije ‘Mira tu edad. Estás a punto de envejecer y vas a perder todas tus fuerzas. Ya sé que no estás lista para escribir este libro, pero tírate a la piscina, porque luego será demasiado tarde”.

Sin embargo, decidió que no quería recrear la historia de Jesucristo. “Eso ya lo han escrito muchas veces y es una historia magnífica; lo que quería era centrarme en la historia de la cruz y eso plantea un problema porque es esta cruz lo más difícil”.

Entonces decidió que la novela tendría que ser narrada en la primera persona del singular, “porque para aceptar la crucifixión necesitaba una cámara que estuviera dentro. Así que cada mañana, al despertar, pensaba: ‘Ahora tienes que volver a subir a la cruz’ y aunque no tenía ganas porque sería demasiado duro para mí, esto me permitió vivir algo comparable durante cuatro meses a lo que vivió Jesús aquella noche”.

Y agregó: “Este texto es una especie de evangelio. He leído todos los evangelios y me parecen textos admirables, nutritivos, pero que tienen varias lagunas. Considero que a los evangelios les falta el cuerpo y que la crucifixión es ese cuerpo, y por eso intenté escribir el evangelio del cuerpo, y de ahí el título: Sed, que representa la unión entre el cuerpo y el espíritu”.

Sin embargo, aprovechó el momento para aclarar que este libro no es religioso. “Esto ha llevado a un malentendido increíble, tanto en Francia como en Bélgica, donde los creyentes y no creyentes se han quejado. Unos han dicho que es (un libro) blasfemo, mientras los no creyentes afirman que es un libro religioso.

"Yo tenía ganas de decirles que se equivocaban. Es una novela. Es la historia de una persona que aceptó un dolor infame y mi reto era explicar ese misterio en una novela, porque me parece que es la única manera de poder entender una situación como ésa”.

¿Ha recibido reacciones por parte de la Iglesia? “He recibido redacciones de gente de la Iglesia, aunque El Vaticano se vio muy tibio. Además, recibí las primeras cartas con insultos escritas por curas, las cuales son admirables. Y también he recibido misivas de curas jóvenes y las de ellos sí que son más bonitas y me agradecen este libro. La Iglesia joven es favorable al libro y la vieja iglesia es bastante tibia para no decir insultante”.

Y agregó: “Lo que sí puedo afirmar es que yo no estoy en posesión de la verdad sobre Jesús, pero pongo mi visión de las cosas e invito a todo mundo a que saque su propia visión”, porque “lo único que sabemos es que Jesús existió, pero no se sabe si fue hijo de Dios o no”.

Por último, recordó que el tema de Jesús ha inspirado cuadros, estatuas, música y grandes novelas, como El evangelio según Jesucristo, de José Saramago y La última tentación de Cristo, de Nikos Kazantzakis, y que quizá nos fascina su historia porque “cuando enfrentamos el sufrimiento, de una manera u otra, referimos a Jesús, seamos o no creyentes, porque el auténtico sufrimiento lleva a las auténticas preguntas”.

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