lunes, 31 de octubre de 2022

La danza convulsa de Sankai Juku; Planeta danza



Por: Rosario Manzanos

Arte de la inmovilidad, de movimientos mínimos en continuidad que concentra la energía, el Butoh en su origen es, por definición, un espectáculo terrible. Retrata sin misericordia la destrucción externa e interna del ser humano y la pulsión irrefrenable que siente éste por aniquilar la vida. Pero al mismo tiempo, es una forma artística que toca las profundidades del budismo zen y el shintoismo.

Expresivo y abstracto, el Butoh está implícitamente relacionado con la muerte y el caos. Se centra en la destrucción y la creación, en el apocalipsis y el renacer.

Al mismo tiempo, la danza milimétrica de los japoneses expresa de forma contundente el mérito de la universalidad de un arte que ha superado el reto de su propia expresión. La forma lo es todo y se convierte en un contenido que trasmite belleza y conocimiento.

Kosa (entre dos espejos) de Ushio Amagatsu (1949) con su legendaria agrupación Sankai Juku fundada en 1975 refrendó en el Palacio de Bellas Artes y la expresión dancística resultado del genocidio de las bombas atómicas lanzadas por estadunidenses.

Y de paso, su oposición en contra de la danza contemporánea japonesa que pretendía ignorar la desgracia vivida por millones de inocentes.

 Kosa es la última creación de Ushio Amagatsu, se relaciona con la muerte y el caos y temáticamente se centra en la destrucción y el construir, en morir y renacer.

Fue creada durante el pretendido final de la pandemia. La obra interpretada por seis bailarines fue hecha mientras Amagatsu, enfermo de cáncer, vivía la ansiedad del covid.

Por lo mismo, apostó a la sobriedad extrema, el escenario vacío a excepción de un objeto pequeño y enigmático como volcán.

Seleccionó fragmentos especiales de obras recientes y los reelaboró. Así cuartetos, solos, duetos y un sexteto final componen la extraordinaria vivencia de ver la desesperación del artista ante la realidad que nos ha rebasado.  

Logró entonces con su montaje hacer sentir que la imperfección de lo humano no existe, porque lo suyo es la belleza convulsa de lo más profundo del ser.

La propuesta de Amagatsu no es optimista, pero sí es asomarse al espejo de la vida y hacernos ver que la danza Butoh es acaso una experiencia espiritual y filosófica. La suya, es una danza perfecta.

El espejo de la vida

Kosa es la más reciente creación de Ushio Amagatsu (1949), se relaciona con la muerte y el caos, con la destrucción y el anhelo por construir

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