lunes, 1 de abril de 2024

La Fiesta del Maíz exalta la vital tarea de resguardo y protección del grano

La Feria del Maíz se desarrolla en San Juan Ixtenco, en Tlaxcala, donde habitan unas 7 mil 500 personas, la mayoría de origen otomí. Foto J. Guadalupe Pérez



Por: J. Guadalupe Pérez. Especial para ‘La Jornada’

San Juan Ixtenco, Tlax., Con la presencia de campesinos y productores de la región, se lleva a cabo la Fiesta del Maíz 2024 en la que se reúnen también artesanos e investigadores científicos con la finalidad de difundir el trabajo de rescate y preservación de la diversidad de maíces criollos que forman par-te del patrimonio histórico y cultural del país, informó Cornelio Hernández Rojas, coordinador general del encuentro.

“La Fiesta del Maíz, o Ngo r’o Dethä (como se escribe en otomí) va más allá de una simple exhibición o expoventa de artesanías y semillas, ya que cada participante, desde su perfil, muestra la vitalidad de una comunidad indígena que, de manera silenciosa, guardó por años estas especies nativas que ahora se exhiben en el festejo”, precisó.

El también activista en la lucha por la preservación de las semillas nativas, añadió que uno de los principales logros es que se ha mantenido y ampliado la presencia o el genoplasma de estas semillas nativas, ya que ahora se encuentran presentes en otras comunidades y regiones del país, logrando así mantener vivas especies históricas y haciendo frente a la introducción de especies híbridas o genéticamente modificadas, como pretendía el gigante de la biotecnología Monsanto.

Espacio abierto al diálogo

Algunas de las variedades que se pueden apreciar en las mesas de los expositores participantes son antiguas, incluso se remontan a unos 7 mil años, como el maíz-toecintle y el maíz ajo –precisó Hernández Rojas–, que corresponden a las primeras fases de la domesticación del grano en la cultura mesoamericana y en el México actual.

La Feria del Maíz también se ha convertido en un espacio abierto para el diálogo entre campesinos y academia, agregó Hernández Rojas, ya que se puede ver a los agricultores intercambiando conocimientos y experiencias con investigadores provenientes de otros estados y de otros países, como la especialista de la Universidad de Varsovia, quien luego de disertar en la mesa Derecho de las fuentes de agua en el volcán Malintzin, se le vio charlar animadamente con los campesinos.

San Juan Ixtenco es una comunidad indígena ubicada en la zona oriental de las faldas del viejo volcán Matlalcueyetl o Malinche; la habitan más de 7 mil 500 personas, la mayoría de origen otomí, y se ubica en el extremo oriente del estado, con una población dedicada sobre todo a las labores del campo y a la realización de artesanías, .

La Feria del Maíz, que concluye mañana, tuvo su primera edición en 1995. Pasó por diversas etapas de ajuste y definición de prioridades. Algunas personas nos han señalado que la presencia de autoridades gubernamentales haría lucir más el encuentro; sin embargo, estoy seguro de que es suficiente con la presencia de los campesinos, los artesanos y las cocineras, ya que ellos son los principales agentes para que el maíz nativo se mantenga vivo; son sus verdaderos guardianes, concluyó el coordinador con una ligera sonrisa.

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