viernes, 1 de agosto de 2014

UNA PUERTA… ABRO, CIERRO, ABRAZO…TRASCIENDO

 
Por: Judith Álvarez
 
Cual  metáfora de la matríz, espacio que donde se gesta, fecunda y reclama el entorno de lo simbólico, de lo onírico a la realidad…y de regreso. Mente  y subconsciente se abrazan en una amalgama  de danzas  como espejos de la vida, de la niña, la pareja, los amigos, los grupos, toda la humanidad integrada en flashes de emociones intensas;así fue la función presentada por la Compañía Nacional de Ecuador que dirige  María Luisa González.
En la segunda semana de la XXXIV Festival  Internacional de Danza Contemporánea Lila López el público abarrotó nuevamente el  Teatro de la Paz solo para interactuar con la cadena de emociones de amor, angustia, alegría, humor, fortaleza, ilusión, miedos…A similitud de universos paralelos los espectadores se sintieron atraídos y sorprendidos por cada escena del montaje titulado: “Una puerta”. Metacomunicación que sólo es posible cuando se integran varios elementos en una obra estética
Se colocó una gran pantalla al centro y fondo del escenario, con cortinas rojas enmarcándolo, simulando un telón …la escenificación inmersa en sí misma. Con música de varias bandas electrónicas como la israelita Balkan Beat Box, Hugher Le Bars, alternando con un Brian Eno o un clásico Shubert, fueron turnándose una a una la piezas coreográficas dando un sentido ecléctico a la función.
Apoyados también en proyecciones  en ese muro-pantalla   que sostenía  la puerta, animaciones, videos y sonidos que dibujaron o reprodujeron los anhelos o miedos traducidos en un gran corazón, una mano gigante que atrapa a una mujer, un ramo de flores, un perro ladrando, una parvada de pájaros atacando al estilo Hitchock y hasta una serie de Mandalas . Mujeres y hombres salían detrás del artefacto que dividía su consciente del subconsciente. Danzaron solistas o en grupos. Atinada iluminación producía el efecto de conectarse anterior o posterior con la realidad. Simultáneos efectos de conmoción, impacto, sorpresa, agrado e impresión entre los asistentes.
La escena de la pareja además de bailar con un gran nivel técnico introducen el arte de los mimos con vasta expresividad en sus rostros. Eso también logran ejecutar tres bailarines hombres en otro turno realizando una dinámica de intercambiar un saco y un sombrero. Disciplina que implica mucha coordinación para alcanzar el efecto deseado de magia visual.
Esa misma sensación se logra en la propuesta de proyectar mandalas sobre ese muro –puerta, de donde  nacen criaturas sutiles, las cuales se mueven en círculos en el escenario, se integran y se desplazan para finalmente retornar a fundirse en los maravillosos colores de la joyas psicodélicas.
Previo al desenlace, se repiten breves fragmentos de cada uno de los capítulos de la obra, en un estilo circular. ¿Quién o qué impide que la mente reaccione ante tanta esquizofrenia social? La psiquis empuña y desarrolla mecanismos de defensa salvándose del caos, de la indiferencia y vacío de sentido humano…más que humano, diría Nietzche.
En otra danza  , el cuerpo de baile se desplaza con giros, cargadas, abrazos y desprendimientos … alternando movimientos sobre  sillas que incorporan, mueven o brincan en diferentes direcciones, para finalmente promover una a una de las personas a de hacer algo  con el objetivo: una puerta, mientras escalan el muro que la enmarca en un intento de cubrirla, desaparecerla…trascenderla.
El despliegue coreográfico, insistimos fue posible  por las excelentes interpretaciones tanto dancísticas como teatrales, se mantiene una carácter homogéneo de calidad en todo el grupo, buen nivel técnico que en conjunto con los demás elementos  se logra el proyecto artístico. El público premia complacido con prolongados aplausos. El acto de reciprocidad siempre es mágico.
Sin demora…en menos de sesenta minutos, la Compañía Nacional de Danza de Ecuador lleva de la mano a toda alma, abordaje intensivo de los más recónditos sentimientos.  Sin pretensiones, sólo con la honestidad, entrega, técnica, belleza, respeto y admiración al
quehacer que realizan, al trabajo que como forma de vida ofrendan en cualquier espacio donde se presentan por el mundo.
Se confirma que la gente profesional  no requiere grandes montajes o presupuestos para  demostrar el talento, vocación, respeto y compromiso con la danza. Mediante una interiorización desde su entrenamiento, sus dinámicas cotidianas y cómo resuelven a través de cada montaje, conquistan el espacio diseñado como su nombre lo indica, internacional..otro nivel. Potencializan las ideas,  impactan en el auditorio ejercitando esa gran facultad humana de hacer sentir en una escala de valores estéticos
Gente sudamericana viajó con alegría miles de kilómetros para ofrecerse en regalo…espejos metafóricos a través de sus danzas románticas, humorísticas, pasionales, contemporáneas o nueva era. Ejercicio saludable que es importante reconocer.
Fue una experiencia que más allá de las fronteras y su cultura, de manera simple,  lograron atrapar  al espectador en el disfrute constante, en el goce  permanente. Hay equilibrio en la creatividad, despliegue técnico de gran nivel en  cada ejecución, ausencia de monotonía, siempre sorpresa, total empatía.
 Pasión y realidad en una gran trayectoria de la directora María Luisa González, quien como ente inteligente  lleva  siempre el compromiso social de promover la danza, como forma de desarrollo de los pueblos y la importancia de formación de públicos cada vez más heterogéneos, sin perder la mística de divertir, de gozar el arte.
 Así, con la agraciada presencia de este grupo, con la sencillez y calidez que caracteriza a la gente latina, los visitantes de la región media del terráqueo se hermanaron nuevamente con  esta raza de bronce. Una noche también cálida y afortunada que permanecerá de forma atemporal como testimonio de una de las mejores presentaciones de esta edición del Lila López-

No hay comentarios: