Por: Nelly Toche
El invierno de 2019 para
una parte América del Norte (Canadá y el norte de Estados Unidos) está entrando
a la historia como la ola de frío más extrema en afectar a la región en años.
Con temperaturas por debajo de los 0°C y sensación térmica de hasta -60°C, este
fenómeno climático es provocado por el vórtice polar.
La Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés), en Estados
Unidos, explica que el vórtice polar es una gran área de baja presión y aire
frío que rodea los polos norte y sur de la Tierra.
El término vórtice se
refiere al flujo de aire en sentido contrario a las agujas del reloj que ayuda
a mantener el aire más frío cerca de los polos.
El problema, explica la
NASA, es que a menudo, durante el invierno en el hemisferio norte, el vórtice
polar se vuelve inestable y se expande originando que el flujo se debilite
hacia latitudes más bajas a causa de un calentamiento repentino de la
estratosfera enviando aire frío del Ártico hacia el sur como una corriente en
chorro, en este caso, sobre Estados Unidos y Canadá.
El vórtice polar en
realidad no es nada nuevo; de hecho, se piensa que el término apareció por
primera vez en una edición de 1853 en la revista Living Age de E. Littell. En
esta ocasión, los meteorólogos atribuyen el fenómeno a un calentamiento
repentino sobre el Polo Norte causado por una ráfaga de aire caliente originada
en la zona de Marruecos en el mes de diciembre. Este sistema meteorológico
dividió el vórtice polar y lo desvió hacia el sur.
Esto logra que una
exposición al viento tan breve como de 5 minutos pueda provocar congelamiento e
hipotermia, es por ello que las autoridades han pedido a la población
resguardarse, tratar de minimizar las conversaciones y evitar incluso respirar
profundamente.
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