viernes, 17 de septiembre de 2021

Quisiera ser artista, pero tampoco es la exigencia, dice Federico Silva



Por: Eleane Herrera Montejano

Yo quisiera ser artista, pero tampoco es el planteo (exigencia). Las cosas se hacen casi por instinto, por una necesidad vital, por ver algo que conmueve y la enseñanza de los grandes maestros, ver los murales… ahí se aprende. El compromiso es de cada quien y es consigo mismo, no con el gobierno, ni con el Estado, ni con ninguna organización” manifiesta el pintor, escultor y académico mexicano, Federico Silva (Ciudad de México, 1923) en la entrevista Una trayectoria, una colección. Federico Silva, que fue transmitida este 16 de septiembre, a través de las redes sociales de Hacienda es Patrimonio Cultural. 

En el marco del cumpleaños 89 del artista este 16 de septiembre, el programa cultural de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realiza un homenaje dentro del cual, además de la difusión de esta entrevista en la que Silva recuerda sus primeros acercamientos a la pintura, su compromiso social y su relación con David Alfaro Siqueiros, se prepara una exposición con obras de la Colección Pago en Especie.  

En 1957, David Alfaro Siqueiros encabezó un grupo de artistas que solicitaron a la Secretaría de Hacienda la posibilidad de cumplir con sus impuestos mediante el otorgamiento de obra de su autoría. Así surgió el programa Pago en Especie, al que se sumaron algunos de los más importantes artistas del país como Diego Rivera, Rufino Tamayo y Raúl Anguiano. Se oficializó en 1975 y hasta la fecha es el único programa de este tipo en el mundo.  

Actualmente, resguarda 11 figuras de Federico Silva que se exhibirán en noviembre, en el Museo de Arte de la SHCP, ubicado en Moneda 4, Centro Histórico de la Ciudad de México. 

 “Un mural es un planteo muy complejo, técnico, ideológico, social, romántico. Yo empecé a trabajar con Siqueiros en Bellas Artes, lo que yo hacía era preparar los colores y ponérselos. En una ocasión me dijo, ‘a ver pinte usted esta esquina’, en Bellas Artes, y yo lo intenté. Tres días después, él lo borró”, recuerda Silva en la entrevista.  

Antes de dedicarse a las artes, estudió veterinaria, derecho y antropología. Fue asistente de David Alfaro Siqueiros, a quien le debe su formación práctica, y trabó amistades con Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins y el escritor José Revueltas, quienes ayudaron a continuar su formación artística. Desde 1992 es miembro de número de la Academia de Artes de México, de la Sección Escultura. 

Entre las obras realizadas por Silva destacan su colaboración en el mural Nueva democracia que Siqueiros realizara en el Palacio de Bellas Artes; Alux de la muerte, en la Plaza de las Tres Culturas; Canto a un dios mineral en el Palacio de Minería; el Espacio Escultórico del Centro Cultural de Ciudad Universitaria; el mural La técnica al servicio del país, en el Instituto Politécnico Nacional; así como los murales en la Facultad de Ingeniería de la UNAM: Historia de un espacio matemático y el Mural escultórico; y el mural Principio, en la cueva de Huites, al interior de la presa Luis Donaldo Colosio, en Choix, Sinaloa, la cual considera su obra emblemática, verdadero “arte público” y denomina como pintura rupestre. “Ese es otro fenómeno, ese es arte público. ¡Ese me gusta todo!”, expresa.  

Algunas de sus obras se encuentran en España, Estados Unidos, Francia, Suecia, Japón y Jamaica. Con el tiempo, el trabajo de Silva se ha apartado de los murales para explorar la abstracción y la geometría, así como esculturas con electromotores o energía solar que generan efectos lumínicos y arcoíris.  

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