Por: Reyna Paz Avendaño
El 30 de noviembre termina el contrato de servicios de internet y telefonía que estableció la Secretaría de Cultura Federal con la empresa Axtel S.A.B. de C.V. y por el cual la dependencia pagó 31 millones 899 mil 787 pesos, de enero a julio de 2020, a pesar que en edificios como la Estela de Luz no hubo personal trabajando por la emergencia sanitaria o que las bibliotecas de la Red Nacional de Bibliotecas no están consideradas en dicho contrato.
Crónica presenta los detalles de la tecnología contratada y las facturas pagadas por la secretaría que dirige Alejandra Frausto Guerrero.
SUFICIENCIA PRESUPUESTAL. En los siete meses transcurridos del 2020, la Secretaría de Cultura pagó por una red digital integrada, es decir, internet de banda ancha, teléfonos operando, cableado y la línea 800 CULTURA 2858872.
Aunque la Dirección General de Tecnologías de la Información y Comunicaciones expresa que el internet costó 350 mil 182 pesos cada mes de marzo a julio, las facturas detallan que el pago a Axtel, durante los mismos meses, es de 4 millones 557 mil 112 pesos.
Es decir, en cinco meses la Secretaría pagó 22 millones 785 mil 562 pesos; y de enero a febrero una facturación de 9 millones 114 mil 225 pesos. La suma total es de 31 millones 899 mil 787 pesos.
De acuerdo con las facturas, la descripción del servicio es:
“Servicios de conducción de señales y red digital integrada que incluyen: comunicación de voz y datos, red privada IP (MPLS), enlaces de internet de banda ancha y dedicado, enlaces de punto a punto de red convergente; servicio de tarificación; infraestructura WAN; PBX IP; LAN; seguridad, monitoreo; mesa de ayuda; cableado estructurado y multiservicios administrados de telecomunicaciones asociados, mantenimiento y soporte técnico correspondiente a la base instalada, así como capacidad y experiencia necesarios para entregar los niveles de servicio requeridos”.
Lo anterior se sustenta en el contrato SC/DGTIC/PS/01364/18 que firmó la dependencia con Axtel el 26 de marzo de 2018, con una vigencia al 30 de noviembre de 2020.
En ese contrato se estableció que la Secretaría pagaría a los proveedores un importe mínimo de 53 millones 864 mil pesos o hasta un importe máximo de 134 millones 660 mil pesos.
Significa que para 2018 y 2019, el pago mínimo pudo ser de 19 millones 296 mil pesos y el máximo de 48 millones 240 mil pesos. Para 2020 el mínimo sería de 15 millones 272 mil pesos y el máximo de 38 millones 180 mil pesos.
Aunque las cifras máximas superan el presupuesto 2021 asignado al Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) —33 millones de pesos— y a Educal —36.8 millones de pesos—, el contrato advierte que “la Secretaría no está obligada a agotar el importe máximo para cada Ejercicio Fiscal”.
El documento aclara que la ejecución y pago del servicio en 2019 y 2020 “estarán condicionados a la existencia de los recursos presupuestarios respectivos, sin que la no realización de la referida condición suspensiva origine responsabilidad para las partes”.
¿La actual administración pudo terminar el contrato? La respuesta es sí, ya que la cláusula vigésima cuarta, Terminación anticipada del contrato, explica que no existe multa alguna.
“La Secretaría podrá, en cualquier momento, dar por terminado anticipadamente el contrato cuando: concurran razones de interés general o; por causas justificadas se extinga la necesidad de requerir los servicios originalmente solicitados y que demuestre que, de continuar con el cumplimiento de las obligaciones pactadas, se le ocasionaría algún daño o perjuicio al Estado”;
O “se determine la nulidad total o parcial de los actos que dieron origen al contrato con motivo de la resolución de una inconformidad o intervención de oficio emitida por la Secretaría de la Función Pública”, detalla.
BIBLIOTECAS SIN RED. El servicio de red digital integrada que contrató la Secretaría de Cultura es para 16 edificios, en su mayoría, ubicados en la Ciudad de México, y 29 escuelas del INBA, pero no aparecen los inmuebles ocupados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y el INEHRM.
De los edificios enlistados, destaca la Dirección General de Bibliotecas (DGB), ya que las bibliotecas estatales que dependen de esa dirección tienen problemas de conectividad desde hace un año.
En 2019, durante el foro Reforma a la Ley General de Bibliotecas, la directora de la Biblioteca Pública Estatal de Guerrero, ubicada en Chilpancingo, se lo manifestó a Marx Arriaga, encargado de la DGB.
“El internet se ha terminado, espero que el doctor Marx empiece a trabajar con eso porque ya no tenemos internet, la Secretaría de Educación Pública nos instaló red pero no es suficiente”, comentó Norma Rubí Martínez.
Arriaga respondió que al no haber continuidad del programa México Conectado, el servicio de internet se interrumpió, pero reconoció que no todas las bibliotecas tenían ese servicio iniciado en el sexenio de Peña Nieto.
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