sábado, 25 de julio de 2020

Con Tren Maya, zonas arqueológicas serán " a prueba de turistas", comenta experto


Por: Reyna Paz Avendaño

El paso del Tren Maya en Tabasco pondrá “a prueba de turistas” las zonas arqueológicas que se abran al público, señaló Carlos Giordano Sánchez, director del Centro INAH-Tabasco, durante la conferencia Arqueología del Río Usumacinta. Circuitos de intercambio y asentamientos prehispánicos, que se impartió ayer para promover la Ruta Ríos Maya.

“(Con el Tren Maya) Buscamos tener nuevas zonas abiertas al público que dependerá de procesos previos de investigación, que nos permitan conocer mejor y, por supuesto, consolidar los sitios arqueológicos, como dicen por acá algunos arqueólogos, para ponerlos a prueba de turistas”, expresó el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

De acuerdo con el INAH, una etapa del proyecto del Tren Maya correrá de Palenque (Chiapas) a Escárcega (Campeche), donde se ubican tres zonas arqueológicas abiertas al público: Palenque, Pomoná y Moral-Reforma, además de 480 sitios registrados.

“Sobre la relación del Tren Maya con las zonas arqueológicas, tenemos abiertas al público tres zonas en la región, dos se ubican en Tenosique: Pomoná y San Claudio, éste último no es tan espectacular como otras ciudades mayas, pero desde el punto de vista cultural es muy importante por la relación que tuvo con otras regiones”, dijo Giordano Sánchez.

La otra zona abierta al público es Mural-Reforma y se ubica en el municipio de Balancán.

“Estamos trabajando de manera importante con el presidente municipal de Balancán, para hacer acciones entorno a la zona arqueológica de Mural-Reforma. Estamos buscando el acercamiento con el presidente municipal de Tenosique que nos permita tener la disposición de los sitios arqueológicos”, comentó.

NUEVO TURISMO CULTURAL. Durante la conferencia que impartió la arqueóloga Adriana Velázquez, la especialista se refirió al sitio Aguada Fénix que, hasta el momento, es el más antiguo y el de mayor tamaño para la cultura maya por tener una plataforma de 1.4 kilómetros por 400 metros, nueve calzadas y un complejo ceremonial en la parte central. Sin embargo, alrededor de este sitio arqueológico de Tabasco existen otros, agregó.

“Hay otros sitios más chicos en la zona y no por ello menos importantes, por ejemplo, el sitio de San Claudio que se localiza en el municipio de Tenosique en la Cuenca del Río San Pedro. Es una ciudad de tercer orden que formó parte de un conjunto de ciudades de la región y lo más interesante es que es un asentamiento que se dedicó a la producción de objetos de pedernal”, detalló.

Esto implica que a lo largo del bajo Usumacinta existieron asentamientos especializados, posiblemente, en la producción de bienes como armas y objetos utilitarios de pedernal. “La ubicación de San Claudio indica que pudo ser controlado por Piedras Negras hacia el año 662 d.C”.

Otro sitio que mencionó la arqueóloga fue Tiradero, el cual limita con Aguada Fénix y no está abierto al público. “Es un sitio importante por estar a orillas del Río San Pedro Mártir, fue explorado en 2014. Sería interesante continuar la exploración de este sitio”, dijo.

Al respecto, Carlos Giordano Sánchez expresó que Tiradero se encuentra “cerca de las vías del tren y, si bien, se han hecho algunos estudios y levantamientos del propio sitio, falta mucho por trabajarse en el lugar para liberar lo diferentes espacios arqueológicos”.

En el evento participó Digo Prieto, director del INAH, quien habló de la importancia de nuevos proyectos turísticos en el área maya.

“Nos complace que por parte del gobierno de Tabasco y, particularmente, de su subsecretaría de turismo se esté impulsando este programa regional de desarrollo de la Ruta Ríos Mayas, programa que tiene la determinación de impulsar el turismo distinto al que se impulsó en las últimas décadas donde se priorizaban las inversiones monopólicas, los desarrollos de enclave que poca derrama representaban para las comunidades en el entorno”.

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Ejemplo de lo anterior son Cancún y Huatulco, dijo. “Necesitamos que alrededor de la movilización turística comercial y de servicios, las comunidades estén presentes con beneficios que les permitan encontrar opciones de ocupación, empleo productivo, desarrollo sustentable y capacidad de decisión”.


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