martes, 24 de septiembre de 2013

La huella del ser humano en la Tierra; fotógrafo muestra cómo la búsqueda de agua modifica el paisaje

 
 
La mayor parte de las últimas dos décadas, Edward Burtynsky se dedicó a cautivar al mundo con sus imágenes sobre minas, sobre la incesante búsqueda del petróleo por parte de la humanidad o con paisajes del mundo alterados por la actividad humana a gran escala; trabajo que culminó en 2006 con una publicación ganadora de premios y un documental llamado “Manufactured Landscapes”.
 
Sin embargo, para su siguiente proyecto, el fotógrafo canadiense decidió hacer que su móvil fuera un poco más “fluido”.
 
Así, este otoño, Burtynsky estará envuelto en un triple lanzamiento: un nuevo libro, un documental y varias exposiciones. Todo en torno al tema del agua.
 
De esta manera, el impacto que el agua tiene en la naturaleza, así como el uso del líquido vital a nivel mundial, convirtieron al agua en el tema central del nuevo trabajo fotográfico. ¿El título? Simple y al grano. “Water”.
 
“Creo que ha sido un poco una evolución”, dice Burtynsky sobre su cuerpo de trabajo. “Siempre es un reto del tipo de ir a la siguiente fase y tratar de resolver un nuevo conjunto de problemas”, publicó el blog de Smithsonian Magazine.
 
Reconocido por sus fotografías de gran formato de paisajes industriales, el nuevo proyecto visual de Burtynsky busca sumergir al espectador en un mundo dominado por el agua, una auténtica fuerza de la naturaleza. De igual manera, reúne diversas historias de todo el mundo relacionadas con el vital líquido en las que cuenta la manera en la que la humanidad se siente atraída por ella, así como lo que las personas aprenden del vital líquido, la manera en la que lo utilizan y las consecuencias de ese uso.
 

 
Por otra parte, la exposición itinerante también es acompañada por el documental titulada “Watermark”, dirigido por Jennifer Baichwal y por el propio Edward Burtynsky, en el cual se puede observar con gran detalle planos aéreos y panorámicos que cuentan veinte historias desarrolladas en diez países. Se trata de un trabajo de 199 horas de grabación que resultaron en 75 horas aproximadamente de material de archivo que fueron editadas durante 11 meses hasta reducirse en 90 minutos de duración.
 
Cuando el fotógrafo eligió al agua como su tema nuevo, supo que era difícil reducir la totalidad de lo que este representaba al formato en el que buscaba representarlo. El reto fue entonces intelectual y físico, por lo que alquiló un camión con un cubo ascensor, con una viga neumática de 15 metros con una cámara de montaje a control remoto instalada en ella.
 
El ingenio fluye parte del proyecto e incluso, para captar algunas escenas desde una perspectiva elevada, Burtynsky puso su lente a través de un agujero en el suelo de una avioneta rentada. “El agua es algo que trato de fotografiar desde el suelo”, dice, “pero cuando te elevas un poco… empiezas a comprender la magnitud de la actividad humana.”
 
Su nuevo libro “Burtynsky-Water” muestra esta serie, mientras que la Galería Wolkowitz Bryce y Howard Greenberg Gallery de Nueva York hará lo propio hasta el próximo 2 de noviembre. Por su parte, una exposición organizada por el Museo de Arte de Nueva Orleans a partir 05 de octubre también se encargará de mostrar las imágenes.

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