jueves, 31 de julio de 2014

REVOLUCIÓN? …MEJOR EVOLUCIÓN


 
A Lancelot y Montserrat, por su continuo aprendizaje en la defensa de la Naturaleza…
Por Judith Alvarez De Luna
No nos quiten la tierra…no nos quiten los brazos, no nos quiten la vida, no se lleven nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros hombres…declama una bailarina mientras se interna entre el público y los demás bailarines le siguen con sus voces en forma coral, se quitan sus sacos y los colocan en la orilla del escenario, bailan, miran con actitud desafiante, con el amor que llevan en sus entrañas el lugar que les dio luz, comida, alegría, trabajo y realización.
A semejanza de un grito de rescate de identidad y paz  Carlos Jaramillo bailarín y coreógrafo colombiano radicado en Alemania, presentó su propuesta dancística en el XXXIV Festival Internacional Lila López el sábado 26 de julio por la noche Le acompañaron en esta producción del Ministerio de Cultura de su país de origen: Alejandra Cuéllar, Ana María Benavides, Andrea Adelina Villalba,, Asdrual Robayo, César Augusto Bolívar, Geovanny Palacios, José Jaime Vanegas, Mónica Osma, Pamela Andrea Rojas, Sandra Catalina Olaya, Sara Regina Fonseca y Yehison Julián Rodríguez-
Al incio del montaje sueltan  telas rojas y negras, en donde varios cuerpos  de bailarinas se deslizan con acrobacia en danzas aéreas. Al fondo  fluye agua  proyectada en video. Sobre el piso bailarines juegan y arrastran grandes bloques de hielo. Esta útima parte se repite a mitad de la coreografía “La esquina desplazada” , cuando ingresan las mujeres entonando cantos y secan  con sus ropas o trapos el agua encharcada, sudor, lágrimas, sangre que se llevan los dos grandes océanos. Fuerte símbolo de los estragos de cualquier acto de violencia, actual y vergonzosa: la guerra.
Luego de varias danzas que transportan a  las últimas hazañas bélicas, de trabajo en los cañaverales, en las montañas cafetaleras, en las manglares del  río Amazonas …las mujeres con vestidos de flores multicolores, los hombres con pantalones de algodón, encima  algunos sacos, blazers, que se colocan y quitan …quizá como  símbolo de pertenencia y luego despojo; de sus más caros anhelos, raíces,  semillas,  frutos y flores, tierra… finalmente su matriz.

Apoyados en una excelente técnica dancística, el numeroso cuerpo de baile se desplaza en el escenario, hay entradas y salidas, de pronto algunos  permanecen solos, otras veces se acompañan, se abrazan, se cargan o son arrullados acompañados por el fluir del Orinoco que se proyecta en video o gráficas al fondo, o como efecto de estar llegando al escenario

El gran Teatro de la Paz resultaba insuficiente para albergar a un numeroso y heterogéneo público que cubrió las tres áreas verticales y de palcos .Gente de todas las edades, sabia ancianidad, asombrada niñez, acudieron junto con las personas adultas unidas en la misma expectación: La búsqueda de  encontrarse con las razas hermanas, de aquellas que llevan  el  apellido en su nación de un personaje que vino de otro lado del Atlántico a renombrarlos…Colón

Un gran festín de colores y emociones a través de desarrollo de secuencias de giros al aire, al piso o hasta deslizarse con energía   sobre sus propios glúteos, simulando ir montadas en lanchas con remos, desplazándose, buscando un lugar donde poder cambiar su realidad.

La megadiversidad de su cultura fue puesta en escenas:  estilos étnicos, sonidos guturales, de tambores y mucha fuerza en giros, portaron bastones simulando cañas, produjeron golpeteos sobre el escenario, representación guerrera autóctona y bélica a la vez. Como  ventanas abiertas a su cultura, las luchas que han librado, trascendiendo las diferencias, la violencia, la fama de los plantíos ilícitos, la sustitución por las semillas originales. En afán temático por el anhelo  de recuperar el café, la caña, el sorgo la yuca, el arroz y el maíz. De este último, símbolo de deidades en Latinoamérica,  objeto de culto y religiosidad, soltaron al aire varios granos y compartieron en manos del público, despidiéndose así .

Cerraron su obra internándose entre el público contagiando  y promoviendo la conciencia del rescate de nuestras semillas originales, no trasgredidas, integrando la gran promesa de volver  a sembrar y cosechar en unidad lo que nos une. Resignificación el uso de la naturaleza, de la gran tierra que habitamos y que nos nutrimos de ella. Fue un reconocimiento y agradecimiento común entre Colombia y México.

La obra basada también en el drama de los desplazados, la soledad del abandono y la incertidumbre de dejar atrás lo construido, como señalan en su programa. La transformación también de la misma ciudadanía, cuando se empodera, decide parar la degradación de la humanidad,  al mismo tiempo de sus entornos .Así  la gente de Colombia heredera de diversas batallas, por razones étnicas, de explotación, de mal uso del poder . Armados o no, quizá sin ningún artefacto largo corto, de fuego  o de filo, tan solo con su pensamiento de libertad y dignidad  no se rinde ante la ineptitud y corrupción de instituciones que  supuestamente resguardan el orden y son legitimadas por las sociedades que no luchan

Que fortuna,  el que un coreógrafo tenga la habilidad de comprometerse con las causas de su nación y logre resolverlo en lo artístico. Los públicos donde se presenta esta compañía son agraciados con toda una amalgama de  danzas contemporáneas entremezcladas con étnicas y con gran nivel interpretativo .Eso se traduce en reconocimiento y respeto a su origen. Carlos Jaramillo realmente crea una obra estética y en el desarrollo de la misma va hilando como una red de pescar la aventura de ejercer la defensa de ideales, de derechos humanos, civiles morales…naturales



“La capacidad de diálogo de esta área con otras disciplinas y lenguajes artísticos. La correlación con la realidad y las problemáticas que coexiste en Colombia, el espacio que esta disciplina ha venido ganando en la política pública con el Plan Nacional de Danza que permite recorrer todo el territorio dieron pie al montaje”:Señala la información del programa.

“La esquina desplazada”se convierte entonces en un símbolo de lucha, desde el ser interior que crece, desarrolla y muere, pero mantiene la constante de dignidad, de aplomo .Funge en ocasiones de espejo para otras naciones como la nuestra , que también promueve la urgencia de no solo resolver los conflictos y mantener la soberanía y la paz , sino desprenderse del estigma de violencia que con la globalización se lleva a todos lados.

Los colombianos se mezclaron entre los asistentes hermanando sus intenciones …apostando por la evolución, trascendiendo la revolución, defendiendo con su arte , comprometiendo a toda persona con ello

Regresarán  con mucha mayor fuerza como el gran vuelo del Cóndor



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