Elisa Carrillo, estrella del ballet de la Ópera de Berlín, se propone conseguir que los mexicanos aprecien la danza.
"Cómo pueden decir que no les gusta si no han vivido una función?", se pregunta. "La danza no es una bailarina con un tutú rosa. Puede ser una historia... Hay tanta música bella que se puede bailar".
Carrillo, con una carrera en Europa, no ha dejado de bailar en México desde que en julio de 2011 fuera nombrada primera bailarina de la Ópera de Berlín.
Ahora vuelve para ofrecer el 10 y el 11 de julio la gala Elisa y amigos 2014, con 12 bailarines de su propia compañía así como de otras agrupaciones, como el American Ballet Theatre y el Royal Ballet, a presentarse en la sala de conciertos que lleva el nombre de la bailarina en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, en Texcoco.
En ese escenario estrenó Infinita Frida en 2013 y ofreció su primera gala de amigos en 2012.
Carrillo ha organizado en total siete galas en el DF, Jalisco y el Estado de México. Pero la que ahora trae posee una carga emotiva. Es la despedida de Vladimir Malakhov, estrella mundial que, a partir de agosto, deja su puesto como primer bailarín y director artístico del ballet de la Ópera de Berlín.
"Estoy muy agradecida con Vladimir, él me hizo primera bailarina y ahora se va, termina una etapa", dice vía telefónica desde la capital alemana.
La bailarina, quien ofrece no menos de 80 funciones al año con el ballet de la Ópera de Berlín, ingresó en 2007 a la compañía que a partir de 2015 será dirigida por el español Nacho Duato, quien ya conoce su trabajo.
Carrillo y Malakhov estrenarán en México The Old Man and Me del holandés Hans Van Manen, uno de los coreógrafos de danza contemporánea más importantes de Europa.
Con su marido Mikhail Kaniskin, también primer bailarín de la Ópera de Berlín, interpretará un pas de deux de Caravaggio de Mauro Bigonzetti. "Es algo especial para el público mexicano, verán a los bailarines de las mejores compañías. La mayoría viene por primera vez al País".
Este espectáculo es el segundo que coproduce la Fundación Elisa Carrillo Cabrera, que está por cumplir un año, con apoyo del Gobierno del Estado de México.
"(La fundación) está en el momento de fortalecerse", advierte.
Carrillo aprovechará su próxima visita para entregar la beca que lleva su nombre y que otorga desde 2012 el Gobierno del Estado de México.
El 6 septiembre bailará en una gala dancística por los 80 años del Palacio de Bellas Artes. "Es volver a la cuna de la danza", señala: "Es un escenario sagrado".
"Cómo pueden decir que no les gusta si no han vivido una función?", se pregunta. "La danza no es una bailarina con un tutú rosa. Puede ser una historia... Hay tanta música bella que se puede bailar".
Carrillo, con una carrera en Europa, no ha dejado de bailar en México desde que en julio de 2011 fuera nombrada primera bailarina de la Ópera de Berlín.
Ahora vuelve para ofrecer el 10 y el 11 de julio la gala Elisa y amigos 2014, con 12 bailarines de su propia compañía así como de otras agrupaciones, como el American Ballet Theatre y el Royal Ballet, a presentarse en la sala de conciertos que lleva el nombre de la bailarina en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, en Texcoco.
En ese escenario estrenó Infinita Frida en 2013 y ofreció su primera gala de amigos en 2012.
Carrillo ha organizado en total siete galas en el DF, Jalisco y el Estado de México. Pero la que ahora trae posee una carga emotiva. Es la despedida de Vladimir Malakhov, estrella mundial que, a partir de agosto, deja su puesto como primer bailarín y director artístico del ballet de la Ópera de Berlín.
"Estoy muy agradecida con Vladimir, él me hizo primera bailarina y ahora se va, termina una etapa", dice vía telefónica desde la capital alemana.
La bailarina, quien ofrece no menos de 80 funciones al año con el ballet de la Ópera de Berlín, ingresó en 2007 a la compañía que a partir de 2015 será dirigida por el español Nacho Duato, quien ya conoce su trabajo.
Carrillo y Malakhov estrenarán en México The Old Man and Me del holandés Hans Van Manen, uno de los coreógrafos de danza contemporánea más importantes de Europa.
Con su marido Mikhail Kaniskin, también primer bailarín de la Ópera de Berlín, interpretará un pas de deux de Caravaggio de Mauro Bigonzetti. "Es algo especial para el público mexicano, verán a los bailarines de las mejores compañías. La mayoría viene por primera vez al País".
Este espectáculo es el segundo que coproduce la Fundación Elisa Carrillo Cabrera, que está por cumplir un año, con apoyo del Gobierno del Estado de México.
"(La fundación) está en el momento de fortalecerse", advierte.
Carrillo aprovechará su próxima visita para entregar la beca que lleva su nombre y que otorga desde 2012 el Gobierno del Estado de México.
El 6 septiembre bailará en una gala dancística por los 80 años del Palacio de Bellas Artes. "Es volver a la cuna de la danza", señala: "Es un escenario sagrado".
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