Por: Roberto A. Valenciano Capín
Una apuesta plena de emoción y a la vez quedar demostrado que el poder creativo hace cambiar los destinos para aquellos que apuestan, esto fue lo que sucedió y a la vez fuimos testigos de esta primera muestra del proyecto RedesArte Cultura de Paz -Voz y movimiento de los niños, niñas y jóvenes de San Luis Potosí, al tener también como testigo el centenario Coloso de Villerías potosina.
Una apuesta plena de emoción y a la vez quedar demostrado que el poder creativo hace cambiar los destinos para aquellos que apuestan, esto fue lo que sucedió y a la vez fuimos testigos de esta primera muestra del proyecto RedesArte Cultura de Paz -Voz y movimiento de los niños, niñas y jóvenes de San Luis Potosí, al tener también como testigo el centenario Coloso de Villerías potosina.
Una tarde en que compartieron sus integrantes parte de este proceso gracias al tesón y perserverancia de los maestros de CONARTE con sus colegas de San Luis Potosí, el cual se busca conjuntar el arte y su práctica como una importante herramienta para el autoconocimiento y la convivencia comunitaria, a partir de la educación para la diversidad.
Siendo estas fueron las coordenadas para esta RedesArte Cultura de Paz integrada por los talleres de: Núcleos y ensambles juveniles de música, Escenificarte, Urbedanza, ¡Ah que la canción!; música mexicana en la comunidad y PIVE-taller de estrategias de convivencia en la diversidad. Todo bajo la premisa que el arte puede volar por encima de cualquier diferencia, para la creación de una cultura de paz.
De esta manera, mostraron u ofrecieron sus conocimientos en cuerpo y alma los integrantes de este proyecto piloto en el centro-norte de México, integrado por los centros de desarrollo comunitario: Valle de San José, Maravillas, CAF Simón Díaz, Col. General I, Martínez y Col. Terremoto.
Bajo metodologías formativas pertinentes, las artes fomentan el trabajo constante, disciplinado y lúdico. No por ello perdieron los papeles que merecía la pena acudir a este concierto
Siendo estas fueron las coordenadas para esta RedesArte Cultura de Paz integrada por los talleres de: Núcleos y ensambles juveniles de música, Escenificarte, Urbedanza, ¡Ah que la canción!; música mexicana en la comunidad y PIVE-taller de estrategias de convivencia en la diversidad. Todo bajo la premisa que el arte puede volar por encima de cualquier diferencia, para la creación de una cultura de paz.
De esta manera, mostraron u ofrecieron sus conocimientos en cuerpo y alma los integrantes de este proyecto piloto en el centro-norte de México, integrado por los centros de desarrollo comunitario: Valle de San José, Maravillas, CAF Simón Díaz, Col. General I, Martínez y Col. Terremoto.
Bajo metodologías formativas pertinentes, las artes fomentan el trabajo constante, disciplinado y lúdico. No por ello perdieron los papeles que merecía la pena acudir a este concierto
Unos cuerpos que conviven, inmediatamente revocan su anonimidad y se asignan un nombre propio, al conjuntarse con el talento, esfuerzo y sin lugar a dudas un incansable entusiasmo y el siempre aprendizaje de sus maestros o guías de este envolvente y sencillo despliegue de actitudes, aptitudes augustas, eso si llenas de luces, ecos, alegrías y sobre todo perseverancia.
Esta diáspora que se ha convertido en un péndulo cuyos extremos de oscilación son, justamente, este derecho al goce estético, aunque vivamos en un mundo en que lo escatima bajo el pretexto de que primero hay que acabar con la pobreza.
Aun así, bajo este soñar hecho realidad con una emotiva coreografía del taller de Urbidanza, en donde se pudo apreciar los diferentes ejercicios y actividades.
Para proseguir con el taller de Escenificarte, al ofrecer la pequeña obra-Don Tomás, la gran cebolla- Esta de creación colectiva, no sin antes de la misma, ofrecer un video de todo el proceso de creación de la misma y así como una conmovedora fonomimia basada en el mar por los integrantes del Centro Comunitario Maravillas.
Con canciones como:- Adiós mi chaparrita y ¿ Quién será?, fue la presentación del taller de ¡Ah la canción! y coros comunitarios.
Y concluir con los núcleos juveniles de música/Ensamble que interpretaron puntual bajo el timming de un blues, un divertido y sonoro Jam.
Para proseguir con el taller de Escenificarte, al ofrecer la pequeña obra-Don Tomás, la gran cebolla- Esta de creación colectiva, no sin antes de la misma, ofrecer un video de todo el proceso de creación de la misma y así como una conmovedora fonomimia basada en el mar por los integrantes del Centro Comunitario Maravillas.
Con canciones como:- Adiós mi chaparrita y ¿ Quién será?, fue la presentación del taller de ¡Ah la canción! y coros comunitarios.
Y concluir con los núcleos juveniles de música/Ensamble que interpretaron puntual bajo el timming de un blues, un divertido y sonoro Jam.
Entre una creciente algarabía tanto de los niños como jóvenes participantes, otros, expresaron su emoción en sus diferentes maneras y capacidades, así como la sonoridad emanada de un saxofón, demuestra y a la vez renueva el compromiso para contribuir desde sus trincheras a recuperar el sentido de pertenencia y la necesidad de un desarrollo humano sustentable.
Pero otros de los momentos emotivos fueron las palabras de la Dra. Lucina Jiménez López, directora general de ConArte, así como lo expresado por los responsables de hacer realidad este proyecto.
Un trabajo conjunto de CONARTE, gracias al apoyo del programa Habitat de la Delegación Estatal de Desarollo Social, el Centro de las Artes, la Secretaría de Cultura de SLP, el IPBA, el H. Ayuntamiento de San Luis Potosí, Sedesol, a los artistas que hicieron posible Redesearte Cultura de Paz, a las y los maestros de ConArte en la Cd. de México, por dar vida este diálogo entre centro y periferia.
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