• Para el 2013, los Martes Literarios presentarán una nueva modalidad: “extramuros”

Los martes literarios que organiza la Secretaría de Cultura se iniciaron en 1994; entonces, la oferta en actos culturales era escasa en San Luis Potosí. Cuando se inauguró la Casa del Poeta Ramón López Velarde, de y para los escritores, ésta se convirtió en su sede natural.

A lo largo de los años, en los martes literarios han comparecido desde escritores consagrados hasta quienes pasan de simples aficionados a incipientes literatos; se han presentado también libros de autores nacionales o extranjeros, o los potosinos que, obteniendo los premios Manuel José Othón en el Certamen 20 de Noviembre, son editados bajo el sello de la Editorial Ponciano Arriaga.

Otro aspecto que también es objeto de atención en los martes literarios es el de las publicaciones culturales, pues no es exagerado decir que todas las revistas independientes o institucionales que han aparecido en dos décadas en San Luis Potosí se han presentado en la Casa López Velarde.

Durante 2013, los martes literarios tendrán una nueva modalidad, pues continuarán sucediendo en su sede, pero también se realizarán “extra-muros”, o sea en recintos culturales tanto de la capital como del interior del estado, así como en lugares públicos, como es el caso de los paralibros que se ubican en diez sitios del estado o en plazas públicas o espacios de alta concurrencia de transeúntes.

La Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, entre sus atribuciones tiene las de: difundir publicaciones, ediciones, o los resultados de investigaciones de carácter cultural y fomentar la lectura a través de publicaciones gratuitas y no gratuitas que tengan como finalidad tanto la divulgación de la cultura y el arte, como el acercamiento al libro y la lectura de la población en general.

Consecuentemente, a través de las acciones aquí descritas, se aspira a hacer llegar cada vez a mayor número de potosinos las expresiones literarias, tanto locales como de las tradiciones culturales de otros países o traducciones de otras lenguas, pues frecuentar por placer los textos literarios es descubrir que en ellos es posible descubrir nuestra realidad individual, comprender el entorno y llegar a ser capaces también de escribirnos a nosotros mismos y escribir el mundo para ser parte de su construcción.