El catedrático de Comunicación y director del Goldsmiths College de la Universidad de Londres James Curran mostró su escepticismo sobre el poder de transformación de internet en el ciclo de conferencias "Ciudadanía, internet y democracia" organizado por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).
"Mientras la radio y la televisión se han convertido medios de entretenimiento y periodismo popular, surge la cuestión: ¿Está promoviendo internet un nuevo orden global y los derechos de los periodistas? , así iniciaba la ponencia del historiador de los medios de comunicación, que fue desgranando esta premisa para llegar a la conclusión de que no es así.
James Curran contrapuso las críticas sobre los medios tradicionales, centrados en el seguimiento de personalidades y estrategias políticas en vez de fomentar la política, con las idealizaciones de internet en tanto que medio para el diálogo entre naciones y sin censura. Según este último posicionamiento, internet permite la creación de una comunidad de ciudadanos tolerantes y por tanto, de una opinión pública y un nuevo orden social que pueden dar soluciones globales a problemas globales.
Estas voces sin embargo, no consideran elementos clave como la dimensión geográfica del asunto: "La prosperidad global está concentrada en pequeñas zonas del mundo, que son las que más utilizan Internet" , recordó el estudioso. La diversidad lingüística y el hecho de que no en todas las culturas se comprende el inglés son otros factores que señaló en tanto que obstáculos para la deliberación global. En este sentido, Curran también recordó los conflictos de interés entre las diferentes naciones o el control de los sistemas de medios-sobre todo a través de la concesión de licencias, así como las listas negras de sitios web que elaboran los gobiernos.
Asimismo, el catedrático citó diferentes estudios según los cuales "los índices más elevados de participación política se dan entre personas con títulos universitarios" , de modo que la educación también es un factor de exclusión.
En definitiva, "Se dice que Internet fomenta la tolerancia deliberativa pero el mundo sigue dividido a causa de conflictos económicos, políticos y religiosos. El autoritarismo, la censura y la sobrerrepresentación de los poderosos siguen presentes ".
La relación entre internet y las revueltas árabes era una cuestión que Curran no podía obviar en esta conferencia. Al parecer del experto, si bien la red facilita la comunicación entre activistas, la difusión y el poder de convocatoria, "la escasa presencia de internet en los países árabes muestra cómo el detonante de las revueltas no fue la nueva tecnología sino la conjunción de ésta con una sociedad civil movilizada. La función clave de internet durante la primavera árabe fue mostrar la faceta que ocultaban los medios de comunicación de masas ", afirmó.
La estructura de los medios también fue objeto de la ponencia: "Mientras muchos profesionales afirman que internet supone el fin de los grandes conglomerados y sus decisiones sobre la agenda pública, la televisión sigue siendo el medio más utilizado, las agencias tradicionales cada vez tienen más peso en la red, los anunciantes migran de los medios tradicionales a la web, y, debido a las sinergias multimedia, cada vez menos periodistas tienen que producir más contenidos, de modo que acaban confiando en las fuentes en vez de contrastarlas ".
Recordando la posición de monopolio de que disfruta Google en la actualidad, Curran señaló que hay dos fuerzas controlando internet, los gobiernos y las empresas, y una tercera tratando de mantener su apertura y libertad, la sociedad civil.
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