Por: Yair Hernández
“Con la vibra al máximo”, así se siente José Álvarez ante la actualidad de Oxomaxoma, grupo mexicano que promueve el no quedarse en una zona de confort desde su génesis, en 1976 – aunque debutó en los escenarios hasta 1980 –, y que esta semana celebra sus más de 4 décadas de vigencia con un ciclo de conciertos en el Multiforo Alicia, donde participarán como invitados varios talentos de la nueva y vieja guardia musical.
Álvarez, fundador, voz y principal cabeza de este ensamble, que se define como “la solución de los sonidos imaginarios”, detalla que, creativamente, se encuentra a un “80-50 por ciento” de su capacidad, porque planea llegar con la banda “hasta el momento en que se termine la imaginación, hasta el momento en que la creatividad vaya desapareciendo”.
En entrevista con MILENIO, el músico recuerda sus años formativos escuchando a bandas como El Ritual, Peace and love y Los Dug Dug's. Después, en el bachillerato, conoció a Arturo Romo y gracias a gusto compartido por explorar sonidos comenzaron Oxomamoxa, un proyecto que va de “la exploración, de arriesgarse, de aventarnos a lo que venga”.
Romo abandonó el barco en 2005 y José quedó como único responsable del timón, por lo que cimentó su tripulación con Rabdoll y Prosumer (Bishop). Desde entonces, “hemos estado trabajando dentro de una etapa de Oxomaxoma que podríamos decir que es industrial-electrónica”.
“Oxomamoxa ha tenido varias etapas: comenzó con la música aleatoria, luego por la música experimental y la creación de objetos, después la etapa rocker, de free jazz, de música étnica, música de fusión hasta llegar a lo actual, esta etapa de experimentación de la música electrónica, donde se ha creado la cuestión de la Patamúsica partiendo de la Patafísica del poeta y dramaturgo Alfred Jarry. Estamos en ese proceso, ahorita se vienen cosas muy interesantes en la banda”, detalla José.
El creativo ahonda en el concepto de Patafísica: “Es la solución de los problemas imaginarios, para darlo de una manera muy breve. Entonces, nosotros le damos la solución a los sonidos imaginarios”. Esto ha llevado a que en este periodo de Oxomaxoma premie el “no tomarse tan en serio las cosas”, que no quiere decir que la banda trabaje sin dedicación y calidad.
“Para nosotros es una diversión todo esto, no es una cuestión solemne. De ahí es donde estamos convergiendo en esta nueva etapa con Bishop, encargando de toda la maquinaria pesada, y Rabdoll, que está dentro de la guitarra tormenta. Vamos creando en base a esas ideas, de ahí están naciendo las canciones. Pero es eso: la diversión, no tomarse las cosas tan en serio”, agrega Álvarez.
Ciclo en el Multiforo Alicia
El músico destaca lo crucial que ha sido el espacio cultural ubicado en el 91-A de Avenida Cuauhtémoc, en la colonia Roma, para el desarrollo de la banda: “Ahí tocamos inicialmente. A Ignacio Pineda (gestor del Multifor) lo conozco desde chavos, nos conocemos de hace tiempo. Recuerdo, y él también lo recuerda, que en alguna ocasión le llevé una pacota de discos, hasta él me dice ‘Me acuerdo de esos disco que me prestaste’. En algún momento nos invitó a la inauguración de un lugar que se llamaba el Soviet, ahí en Reforma. Y luego a la inauguración del Alicia, un programa doble, ahí estuvimos presentes”.
Por eso, al finalizar esta serie de conciertos, José quiere “besar el escenario”.
“Hay mucha gente de mucho talento. Hay gente que anda creando música muy interesante, por eso dentro de la programación de estos días; aparte de que invitamos a los amigos que estuvieron en alguna etapa, también hay de las nuevas generaciones: Gibrana Cervantes, Concepción Huerta, Ruido Horrible, Adriana Camacho. Hay gente que tiene mucho talento y fue de ‘Súbanse’. Es mostrar esas nuevas expectativas, esas nuevas propuestas musicales”, dice el vocalista sobre los invitados al ciclo.
Por último, José, que encontró el nombre de Oxomaxoma mientras buscaba palabras en un diccionario y se iba quedando dormido - "fue en un momento de duermevela, donde el tiempo se hace muy extenso, ahí me llegó" - confiesa qué siente al estar sobre el escenario, frente al público, compartiendo sus creaciones:
“Yo me voy hacia mis adentros, porque las experimentaciones son en base a las emociones que vas sintiendo, al momento que vas escuchando la música. Yo me desprendo. Me acuerdo que una vez invité a unos amigos del trabajo y me dijeron: ‘Cuando estás en el escenario no eres el mismo, te transformas’. Y no sé si me transformo, pero me gusta vivir la música y transmitir esas emociones”.
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