Con un concierto a cargo del grupo Segrel, el Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México rindió hoy homenaje al compositor guerrerense Margarito Damián Vargas (1873-1919), de quien se interpretó su "Misa Solemne".
El recital tuvo lugar en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, cuyo público se volcó en aplausos para recordar a Vargas, quien también es autor de piezas como "Himno a Guerrero", "María Dolores", "Gloria", "Corazón de oro" y "Adiós".
Segrel, que nació en 1996 con la vocación de interpretación, investigación y recreación de la muisca antigua en su contexto histórico, dejó boquiabiertos a propios y extraños, con un variopinto programa al que denominaron: "Lucernario del sur".
La columna vertebral estuvo integrada por las diversas secciones de esta obra dedicada a la Virgen de la Luz y cuya música, según las notas al programa, se conoce a través del álbum recopilado y arreglado por Moíses Guevara, en el que se encuentra esta obra de extraordinaria sonoridad y que cuya melodía se remonta al periodo Barroco.
La obra, que ocurre en el Domingo de Resurrección, es una pieza armoniosa, bella, con tintes un tanto melancólicos y que no tiene nada que pedirle a ningún otro compositor ni mexicano, europeo o de alguna otra parte del mundo.
La propuesta de Segrel fue ofrecer un formato muy tradicional en la antigüedad, que es el de interpolar entre las distintas secciones de la liturgia piezas de procedencia diversas, es el caso de las interpolaciones que incluyeron llano y música de la tradición turca del también compositor armenio George Gurfdjieff, así como un acercamiento a la rica tradición del canto sefardita a cargo del coro Solistas de la Schola Cantorum de México.
Al programa musical se sumaron también las danzas de Casilda Madrazo y la presencia del Grupo Chintete, de Almolonga, Tixtla, Guerrero, quienes entre arpas, cántaros, vihuela, cajones y voces ofrecieron una pequeña probadita de la música del pueblo de Damián Vargas.
Con esta propuesta musical, Segrel, integrado por Vladimir Bendixen en la Fídula y Manuel Mejía Armijo en el Laúd, aludió no sólo a la añeja tradición de la interpolación, sino también a los vasos comunicantes que existieron y que siguen entre las tradiciones incluidas en este concierto.
Luego de poco más de una hora, el grupo que se encarga de recrear el mundo lírico y musical de la Edad Media, recibió fuertes aplausos en el último concierto de esta edición del Festival del Centro Histórico, que hoy por la noche llega a su fin con un homenaje al “Rey del Mambo”: Damaso Pérez Prado.
NTX/MBH/MCV
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