Estambul. Lenguaje universal, cruce de razas, instrumento de paz: El jazz como forma de comunicación universal es el argumento de la segunda edición del Día Internacional del Jazz, que la UNESCO celebra hoy en Estambul con una pléyade de actividades y un macroconcierto que reúne a 36 estrellas mundiales.
Más pasiones aún levantó el panameño Rubén Blades durante su intervención, en la que incluso se arrancó a cantar algunos versos y acabó interpretando "El cantante" en un dúo con Eylem Kaplan, una joven cantante turca de salsa.
El ejemplo hizo escuela y no tardó en salir otra admiradora turca a cantar con el maestro, quien se mostró sorprendido de que en Estambul se supiesen de memoria sus canciones.
Recordó que cuando participó en el musical "The Capeman", en 1989, "aún era inaudito que un joven matase a otro", mientras que hoy se está acostumbrado a la violencia juvenil.
Rubén Blades y Roberto Glasper son sólo dos de las 36 estrellas, como Herbie Hancock, Wayne Shorter, Al Jarreau, George Duke, Esperanza Spalding o Milton Nascimento, que actuarán esta noche en la iglesia bizantina de Santa Irene, el más antiguo de los templos cristianos de Estambul, ante un público selecto de 700 personas.
La asistencia es por invitación, pero dos enormes pantallas, una en el lado europeo de Estambul, la otra en el asiático, transmitirán el sonido en directo a miles de espectadores.
El Día Internacional del Jazz, creado por la UNESCO en 2011 para promover este género como herramienta a favor de la paz, se celebra hoy con decenas de actividades en Estambul, este año la "capital" de una jornada, celebrada en un centenar de países.
A pocos metros de la charla de Glasper y Blades, la pianista japonesa Keiko Matsui debatió con su colega turca Selen Gülün y con la saxofonista israelí Anat Cohen sobre la posición de las mujeres en el mundo del jazz y la dificultad de decirle a un marido:
"Me voy un mes de gira, ocúpate de los niños", como apuntó Cohen.
No faltó la educación musical, con talleres para niños, ejercicios de respiración y voz para adolescentes y unas clases magistrales con una orquesta experimentada en la que músicos avanzados intercambiaban experiencias y consejos.
Una docena de otros actos, entre ellos varios conciertos de grupos de jazz turcos, clausurará la jornada para quienes no puedan asistir a la mágica "lluvia de estrellas" en Santa Irene.
La organización del evento corre a cargo del estadunidense Instituto Thelonious Monk y la fundación cultural turca IKSV, con el apoyo de la UNESCO.
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