La Secretaría de Cultura, invita al público en general a recorrer las salas de exposiciones del Museo Nacional de la Máscara donde se encuentra una gran colección de máscaras representativas de la cultura de diversas regiones de la República Mexicana y de otros países, algunas de valor ritual, folklórico y ornamental, lo mismo antiguas que contemporáneas en su variedad más rica y multicolor.
También se podrán conocer indumentarias elaboradas por diestras artesanas y artesanos, quienes se encargan de dar continuidad a la práctica ancestral de la danza.
Además, se está a tiempo de visitar la Sala Juan Granizo, donde se exhibe la exposición temporal “Máscaras Zoomorfas”.
Desde que el hombre habita la tierra ha observado con detenimiento las características y actividades de los animales, esto ha sido de utilidad para confirmar cuales podían domesticarse y aquellos de los que debían protegerse.
De esta forma los humanos comenzaron a atribuirles, además de características que los identificaban según su especie, algunos atributos relacionados con poderes, tal es el caso del caimán, la serpiente, el jaguar, el murciélago, entre otros que forman parte de nuestro ecosistema.
En México existen conjuntos sociales que comparten modos de vida, costumbres, conocimientos, desarrollo artístico y científico conocidos comúnmente como grupos étnicos, en la actualidad ellos tienen creencias ancestrales, es decir, creencias que se transmitieron de forma oral a través de muchas generaciones.
Algunos grupos étnicos como los wixárikas o huicholes consideran al venado azul su dios principal, los coras tienen por dioses al venado o al toro; en ambos casos los animales se asocian con el origen y subsistencia de la especie humana, por lo tanto, con admiración y respeto hacia los animales que compartían su hábitat, comenzaron a utilizar como materia prima lo que la naturaleza les ofrecía para elaborar el rostro de algunos de ellos. Los materiales que aún se utilizan para la elaboración de máscaras son: el barro, el yeso, la madera, el papel, la tela, la cera, por nombrar solo algunos.
En un intento por adquirir las habilidades que los animales demostraban, el hombre comenzó a portar las máscaras con sus rasgos para obtener la fuerza y fiereza, tal es el caso de los guerreros conocidos como “caballeros jaguar” y los “caballeros águila”, quienes las portaron a manera de yelmo, además de pequeñas máscaras que colgaban de su cuello como una especie de amuleto.
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