viernes, 7 de enero de 2022

Los perros son capaces de distinguir idiomas



Por: Nelly Toche

Hace unos años la doctora Laura V. Cuaya se mudó de México a Hungría para realizar una estancia postdoctoral en el Laboratorio de Neuroetología de la Comunicación en el Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd, pero ese viaje no lo realizó sola, le acompañó su perrito Kun-kun.

Como sería natural, siempre le había hablado en español, y al estar en Budapest la investigadora principal del estudio se preguntó si él se había dado cuenta que la gente aquí habla un idioma diferente. Eso la llevó a reflexionar: “Sabemos que las personas, incluso los bebés notan la diferencia. Pero tal vez para los perros no sea algo importante. Después de todo, nunca les pedimos a nuestros perros que aprendan cómo suena su idioma”. 

Así fue como surgió la idea de diseñar un estudio de neuroimagen donde Kun-kun y otros 17 perritos serían entrenados para estar muy quietos dentro de un escáner cerebral mientras escuchaban extractos de El principito en español y en húngaro. “Como todos los participantes habían escuchado solo uno de los idiomas en sus casas, pudieron comparar un idioma muy conocido por ellos con un idioma desconocido. Para saber si los perros detectan la diferencia entre sonidos de habla y no habla, también escucharon versiones revueltas de los extractos, que sonaban no naturales”.

Al comparar las respuestas cerebrales hacia el habla y el no habla, los investigadores encontraron distintos patrones de actividad en la corteza auditiva primaria de los perros. Esta distinción fue independiente del idioma (conocido o desconocido) que se usó para generar los fragmentos.

Aunque no se encontró evidencia de que el cerebro de los perros muestre una preferencia por el habla: “El cerebro de los perros, igual que el cerebro de los humanos, puede distinguir entre habla y no habla. Pero el mecanismo subyacente a la habilidad de detectar el habla en perros podría ser diferente a la sensibilidad hacia el habla en humanos: mientras que el cerebro humano está especialmente calibrado hacia el habla, el cerebro de los perros podría haber detectado simplemente la naturalidad del sonido”, explica Raúl Hernández, coautor del estudio.

Además de detectar el habla, el cerebro de los perros también distinguió entre español y húngaro. El estudio publicado en la revista NeuroImage con el título Speech naturalness detection and language representation in the dog brain (Detección de la naturalidad del habla y representación del lenguaje en el cerebro del perro), describe cómo los patrones de actividad específicos al idioma se encontraron en otra región, la corteza auditiva secundaria. Curiosamente, entre más años tenía un perro, su cerebro fue distinguiendo mejor los idiomas. “Cada idioma se caracteriza por una serie de regularidades sonoras. Nuestros hallazgos sugieren que, durante sus vidas con humanos, los perros aprenden a reconocer los sonidos que componen el idioma al que son expuestos”.

Una revelación emocionante

Con este estudio, Cuaya y sus colegas demostraron por primera vez que un cerebro no humano puede distinguir entre dos idiomas. Eso fue muy emocionante, porque revela que la capacidad de aprender sobre las regularidades de un idioma no es exclusivamente humana. 

Aun así, Attila Andics, supervisor del estudio, indica que falta por entender, pues todavía no se sabe si esta es una habilidad especial de los perros, o también está presente en otras especies no humanas. Tampoco se sabe si los perros son mejores oyentes del lenguaje debido a los cambios cerebrales que han tenido por los miles de años que han vivido con humanos, pero sin duda estudios futuros lo determinarán, ya que es una especie que interesa mucho a los humanos.

Laura Cuaya confirma lo anterior: “Si te preguntas cómo le va a Kun-kun en Budapest. Él vive tan feliz aquí como vivía en México: conoció la nieve y le encanta nadar en el Danubio. Esperamos que él y sus amigos continúen ayudándonos a descubrir la evolución de la percepción del habla”, concluye.

Diseñamos un estudio de neuroimagen. Kun-kun y otros 17 perritos fueron entrenados para estar muy quietos dentro de un escáner cerebral mientras escuchaban extractos de El principito en español y en húngaro”.

Dra. Laura  V. Cuaya, Universidad Eötvös Loránd, Hungría.

Esta investigación fue financiada por la Academia Húngara de Ciencias (programa Lendület, y la beca de investigación Bolyai Janós), por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Consejo Europeo de Investigación (ERC), el Ministerio Húngaro de Innovación y Tecnología (ÚNKP), la Red de Investigación Eötvös Loránd y la Universidad Eötvös Loránd.

Para ver la publicación original se puede acceder al siguiente link:

https://doi.org/10.1016/j.neuroimage.2021.118811

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