Por: Roberto A. Valenciano Capín.
Sin lugar a dudas, un gusto auditivo el poder tener en mis manos este material y degustarlo, en el cual dos talentosos pianistas mexicanos, uno de ellos por cierto más por adopción, como lo son; el originario de Moscú, Vladimir Petrov y el jaliscience Santiago Lomelín Urrea, de once y quince años de edad, respectivamente dejan plasmado con su magia y oficio en esta extensión humana, como es el cede.
Es de destacar que a su corta edad, Lomelín y Petrov ya poseen una gran calidad interpretativa gracias a un intenso trabajo de estudio al lado del compositor, director y pianista Anatoly Zatín, que les ha permitido retomar complejas piezas del repertorio clásico.
De ahí que sea alentador y refrescante este cede de estos dos generosos pianistas, más cuando se ve que el nivel artístico del medio musical es cada vez mas "complaciente", por lo tanto esta nueva generación no solamente viene a refrescar estos grises porvenires, a poner de manifiesto no solamente su capacidad técnica, virtuosismo si cabe esta palabra, sino demostrar con hechos sus posibilidades interpretativas y de esta forma amalgamar los sonidos emanados de su decantada técnica, en donde las partichelas solamente son un solemne homenaje al compositor.
De esta forma queda de manifiesto esa gran pasión que los une, como es el piano, al plasmar estos despliegues interpretativos en su trepidante carrera artísticas con el siguiente repertorio; El preludio y fuga en do menor BMW 871 de J. S. Bach, el primer movimiento de la Sonata No. 18 en re menor, K. 576de Wolfang Amadeus Mozart; el primer movimiento de la Sonata No. 8 en do menor, Op.13 "Patética" de 576 de L.V. Beethoveen, Impromptu No. 2 en mi bemol mayor.D. 899 de F. Schubert; balada No. 1 en sol menor de F. Chopin; Noctutno en do menor sostenido menor, Op. post de F. Chopin, Elegía Op. 3 No. 1 de S. Rachmaninov, Suestión Diabólica de S. Prokofiev; El Cisne del "carnaval de los animales" con una transcripción de L. Godowsky de C. Saint-Saens y Anna Polka, transcripción para cuatro manos de J. Strauss.
"No hay que olvidar que los activos son importante de una nación son sus habitantes. México es un país de gente joven que necesita líderes que den testimonio de que con trabajo y esfuerzo se pueden alcanzar todas las metas. Juventud no es sinónimo de inexperiencia, sino de entusiasmo y dedicación. Los jóvenes de hoy deben de encontrar algo que les apasione y los motive a vivir, algo porque luchar".
Un disco que es a fin de cuentas una suma de voluntades, en el cual es bien sopesado cada obra seleccionada para conformar este disco, al dar inicio este trayecto musical con las dos primeras piezas a cargo del talentoso pianista Vladimir Petrov, para después ser intercalada entre el citado y el también virtuoso Santiago Lomelín. A pesar de ser compartido se destaca por tener esa tónica de una permanente empatía y camadería.
De ahí que esta producción compartida por las Secretarías de Cultura de San Luis Potosí y Jalisco, respectivamente logran con gran acierto al capturar ese entusiasmo, sorpresa, azoro y pasión de estos noveles pianistas en un documento que vale la pena tener y escuchar con la misma emoción que fue plasmado en este disco compacto.
Un cuidado en la supervisión musical del mtro. José Miramontes Zapata y la asistencia de producción de Iván Petrov
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