Por: Roberto A. Valenciano Capín.
Con un gran hálito y temple se escenificó a traves de la música el significado de la libertad y la revelación creativa que reino en los tiempos del genio musical de Haendel, al lograr aspirar estos aires gozosos musicales a cargo del Ensamble Barroco y la soprano Adriana Olascoaga, como parte de la quinta sesión de conciertos que conforma parte de la trigésima séptima temporada de Promúsica en San Luis Potosí A.C
Como apuntaría atinadamente como preámbulo a este concierto Andrés Neira " A pesar de ser el 250 aniversario luctuoso de este genio alemán, es más bien un acto de vida, el cual nos invita a divertirnos y disfrutar de la belleza a través del poema hecha música".
Un espacio que sin más fue convertido dentro de la imaginería de cada socio que se dio cita puntualmente a la sala Germán Gedovius, para sin más ser parte de esta sesión musical que se deban en aquellos recintos de aires palaciegos, donde uno a uno los integrantes de este ensamble envestidos con ropa de la época fueron tomando sus lugares para exponer la alegoría del Concerto Grosso Op. 3, No.3 en Sol con sus tres tempos: largo e stacatto, Adagio y Allegro, tempo di minuetto bajo el rubro de una génesis acompasado y lento, creando una atmósfera preparatoria con el repieno, la que se le une el dulce y vibrante sonido de la flauta.
Para proseguir con las nueves arias alemanas bajo el aire inspirador de los textos "Exultaciones terrenales a Dios " del escritor hamburgés Barthold Heinrich Brockes, que nos invita sin lugar a dudas a ser parte de una palpitante celebración de la vida y la naturaleza con que fueron retratados estas distintos estadios de la felicidad humana ante el creador; KÜnft´ger Zeiten eiter Kummer-inútil preocuparse por el futuro-; Das zittende Glanzen der spielenden Wasser-el tembloroso brillar de las olas juguetonas-; SÜber Blumen Ambraflocken-de dulces flores copas de ámbar-; SÜBer Stille, sanfte quelle ruhiger gelassenheit-dulce tranquilidad, apacible manantial de tranquila placidsez-; Singe, Seele, Gott zum Preise-canta alma la alabanza de Dios-; Meine Seele Hört im sehen-mi alma escucha viendo-; Die ihr aus drunkeln GrÜften den eiteln Mammon grabt-vosotros de obscuras tumbas metal buscáis-; In den angenhem Buschen- en agradable arbustos- y finalizar esta sesión con Flammende Rose, Zierden der Erden-rosas en llamas,adorno de la tierra- bajo la excelente intepretación de una bella y sonora voz de la soprano capitalina pero arraigada entre los potosino por más de una década, al percibirse un crecimiento vocal como interpretativo, al atacar con tiento y sapiencia la dificultad que contrae estas obras vocales de este genio alemán.
Aunado a tener el fuerte soporte y empatía con la sobriedad y sapiencia interpretativa de los integrantes de este ensamble barroco, el cual esta integrado por: María Vakorina en la flauta, Tatiana Kablostskaya en el Violín, Malkuth Zavala Díaz de León en el clavecín; Svetlana Galinskaya en el violoncello, Alejo Vázquez en el oboe y Mikhail Mamedov en el fagot.
Con un gran hálito y temple se escenificó a traves de la música el significado de la libertad y la revelación creativa que reino en los tiempos del genio musical de Haendel, al lograr aspirar estos aires gozosos musicales a cargo del Ensamble Barroco y la soprano Adriana Olascoaga, como parte de la quinta sesión de conciertos que conforma parte de la trigésima séptima temporada de Promúsica en San Luis Potosí A.C
Como apuntaría atinadamente como preámbulo a este concierto Andrés Neira " A pesar de ser el 250 aniversario luctuoso de este genio alemán, es más bien un acto de vida, el cual nos invita a divertirnos y disfrutar de la belleza a través del poema hecha música".
Un espacio que sin más fue convertido dentro de la imaginería de cada socio que se dio cita puntualmente a la sala Germán Gedovius, para sin más ser parte de esta sesión musical que se deban en aquellos recintos de aires palaciegos, donde uno a uno los integrantes de este ensamble envestidos con ropa de la época fueron tomando sus lugares para exponer la alegoría del Concerto Grosso Op. 3, No.3 en Sol con sus tres tempos: largo e stacatto, Adagio y Allegro, tempo di minuetto bajo el rubro de una génesis acompasado y lento, creando una atmósfera preparatoria con el repieno, la que se le une el dulce y vibrante sonido de la flauta.
Para proseguir con las nueves arias alemanas bajo el aire inspirador de los textos "Exultaciones terrenales a Dios " del escritor hamburgés Barthold Heinrich Brockes, que nos invita sin lugar a dudas a ser parte de una palpitante celebración de la vida y la naturaleza con que fueron retratados estas distintos estadios de la felicidad humana ante el creador; KÜnft´ger Zeiten eiter Kummer-inútil preocuparse por el futuro-; Das zittende Glanzen der spielenden Wasser-el tembloroso brillar de las olas juguetonas-; SÜber Blumen Ambraflocken-de dulces flores copas de ámbar-; SÜBer Stille, sanfte quelle ruhiger gelassenheit-dulce tranquilidad, apacible manantial de tranquila placidsez-; Singe, Seele, Gott zum Preise-canta alma la alabanza de Dios-; Meine Seele Hört im sehen-mi alma escucha viendo-; Die ihr aus drunkeln GrÜften den eiteln Mammon grabt-vosotros de obscuras tumbas metal buscáis-; In den angenhem Buschen- en agradable arbustos- y finalizar esta sesión con Flammende Rose, Zierden der Erden-rosas en llamas,adorno de la tierra- bajo la excelente intepretación de una bella y sonora voz de la soprano capitalina pero arraigada entre los potosino por más de una década, al percibirse un crecimiento vocal como interpretativo, al atacar con tiento y sapiencia la dificultad que contrae estas obras vocales de este genio alemán.
Aunado a tener el fuerte soporte y empatía con la sobriedad y sapiencia interpretativa de los integrantes de este ensamble barroco, el cual esta integrado por: María Vakorina en la flauta, Tatiana Kablostskaya en el Violín, Malkuth Zavala Díaz de León en el clavecín; Svetlana Galinskaya en el violoncello, Alejo Vázquez en el oboe y Mikhail Mamedov en el fagot.
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