Rigor, audacia, felicidad, anhelo, entusiasmo y entrañable, se sintetizan en una sola palabra: Zamarripa. Ciudadano del mundo por su universalidad pero con un profundo sentido nacional, coreógrafo, escenógrafo, promotor, creador, maestro, gestor que cultivó paralelamente las artes plásticas y creó escenarios tangibles e intangibles a través de la danza.
Esas fueron algunas de las palabras con las que se describió la noche del 29 de febrero en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, al maestro Rafael Zamarripa.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)/Conaculta y la Universidad de Colima celebraron, rindieron homenaje al maestro por sus 70 años de vida y más de 50 como promotor de la danza folclórica en México con la mesa redonda Contribución del Maestro Rafael Zamarripa a la Danza Mexicana.
Teresa Vicencio Álvarez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, encabezó el evento en el que reconoció la labor de servicio que a lo largo de su vida ha caracterizado el trabajo del maestro Zamarripa. “Es un honor tenerlo el día de hoy y que nos permita celebrar su cumpleaños y su labor que da cuenta de su incansable trayectoria escénica […] ciudadano del mundo al que le agradecemos su generosidad y gran visión al contribuir a la internacionalización de las actividades folclóricas en el país”.
En la mesa redonda, dedicada al “incansable” promotor y creador de la danza folklórica en México, participaron los maestros Nellie Happe, Cecilia Luga, Viviana Basanta, Marco Antonio Silva y Juan Diego Gaytán, todos dedicados al ámbito dancístico en el país, moderados por la maestra Carmen Bojórquez, coordinadora Nacional de Danza del INBA.
Juan Diego Gaytán, responsable de Extensión Cultural en la Universidad de Colima, indicó que el maestro Zamarripa es un hombre de gran vocación docente que ha forjado e incluido a centenares de alumnos muchos de los cuales inculcó su filosofía y conceptos.
“Su trayectoria de más de 50 años demuestra la valía, creencia y posesión de un espíritu innovador que lo ha convertido en un referente visionario de la danza del país misma que le ha brindado un sinfín de satisfacciones, experiencias y recompensas, donde su trabajo con universitarios ha sido un referente en el mundo demostrando su vocación docente”, apuntó.
Cecilia Lugo compartió que “se enamoró” del trabajo de Zamarripa al identificar un sello, un estilo, una estética, una mano rectora que puso en escena una mirada y un mundo íntimo. “Recibí el mundo complejo de un creador que hace danza pero también escenografía, vestuarios de quien también pinta, graba, esculpe piedra, barro, cuerpo y corazones”.
En su momento Rafael Zamarripa, fundador de diversos grupos de danza, como el Ballet Folclórico de Colima, el Grupo Folclórico de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, agradeció la presencia del público que se dio cita en el lugar y a las personas que organizaron el evento. “Su presencia y palabras me revitalizan y refrescan de manera especial, renuevan el desafío que me he impuesto de continuar mis objetivos aún lejos de concluir”, señaló.
El artista comentó que el hecho de producir felicidad a otros es una recompensa tan grande que no se puede medir ni calcular, e indicó que el hombre nunca debe de dejar de soñar, volar y enseñar.
El maestro Rafael Zamarripa nació el 8 de febrero de 1942, fue a partir de los 13 años que empezó a dedicarse a la danza para más tarde participar en diversos grupos folclóricos. Se graduó de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Guadalajara y realizó estudios en el extranjero.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA)/Conaculta y la Universidad de Colima celebraron, rindieron homenaje al maestro por sus 70 años de vida y más de 50 como promotor de la danza folclórica en México con la mesa redonda Contribución del Maestro Rafael Zamarripa a la Danza Mexicana.
Teresa Vicencio Álvarez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, encabezó el evento en el que reconoció la labor de servicio que a lo largo de su vida ha caracterizado el trabajo del maestro Zamarripa. “Es un honor tenerlo el día de hoy y que nos permita celebrar su cumpleaños y su labor que da cuenta de su incansable trayectoria escénica […] ciudadano del mundo al que le agradecemos su generosidad y gran visión al contribuir a la internacionalización de las actividades folclóricas en el país”.
En la mesa redonda, dedicada al “incansable” promotor y creador de la danza folklórica en México, participaron los maestros Nellie Happe, Cecilia Luga, Viviana Basanta, Marco Antonio Silva y Juan Diego Gaytán, todos dedicados al ámbito dancístico en el país, moderados por la maestra Carmen Bojórquez, coordinadora Nacional de Danza del INBA.
Juan Diego Gaytán, responsable de Extensión Cultural en la Universidad de Colima, indicó que el maestro Zamarripa es un hombre de gran vocación docente que ha forjado e incluido a centenares de alumnos muchos de los cuales inculcó su filosofía y conceptos.
“Su trayectoria de más de 50 años demuestra la valía, creencia y posesión de un espíritu innovador que lo ha convertido en un referente visionario de la danza del país misma que le ha brindado un sinfín de satisfacciones, experiencias y recompensas, donde su trabajo con universitarios ha sido un referente en el mundo demostrando su vocación docente”, apuntó.
Cecilia Lugo compartió que “se enamoró” del trabajo de Zamarripa al identificar un sello, un estilo, una estética, una mano rectora que puso en escena una mirada y un mundo íntimo. “Recibí el mundo complejo de un creador que hace danza pero también escenografía, vestuarios de quien también pinta, graba, esculpe piedra, barro, cuerpo y corazones”.
En su momento Rafael Zamarripa, fundador de diversos grupos de danza, como el Ballet Folclórico de Colima, el Grupo Folclórico de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, agradeció la presencia del público que se dio cita en el lugar y a las personas que organizaron el evento. “Su presencia y palabras me revitalizan y refrescan de manera especial, renuevan el desafío que me he impuesto de continuar mis objetivos aún lejos de concluir”, señaló.
El artista comentó que el hecho de producir felicidad a otros es una recompensa tan grande que no se puede medir ni calcular, e indicó que el hombre nunca debe de dejar de soñar, volar y enseñar.
El maestro Rafael Zamarripa nació el 8 de febrero de 1942, fue a partir de los 13 años que empezó a dedicarse a la danza para más tarde participar en diversos grupos folclóricos. Se graduó de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Guadalajara y realizó estudios en el extranjero.
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