Por: Roberto A. Valenciano Capín
Sin duda alguna, son esos momentos de una tregua dentro de la caótica vida cotidiana o porque es tiempo de reencuentros familiares y amistosos, no hay mejor forma de hacerla que disfrutado de una cautivadora sesión de jazz que se caracteriza por una sonoridad prístina y emocionante.
Más de aquellos que no supieron o lo dejaron para otro día, pero simplemente fue una gran noche, todo, gracias a este esfuerzo del Colectivo San Luis en su noveno concierto que forma parte del primer ciclo de jazz en San Luis Potosí.
Un quinteto integrado por músicos potosinos y michoacanos que no solo se embelesan al retomar la simiente forjada en la tradición y gran riqueza como es la música popular, sino transitarlo por y desde este arte sincopado, el jazz, para dar como resultado una propuesta incluyente, plena fusión de lo instrumental con el folclor
Un quinteto integrado por músicos potosinos y michoacanos que no solo se embelesan al retomar la simiente forjada en la tradición y gran riqueza como es la música popular, sino transitarlo por y desde este arte sincopado, el jazz, para dar como resultado una propuesta incluyente, plena fusión de lo instrumental con el folclor
Todo gracias al proyecto del baterista Efren Capíz y su Blurhépecha quien lo ofreció sin cortapisas en el espacio de la Cervecería, con un repertorio de material original e inédito que muestra, rescata, cita y fusiona sus raíces folklóricas michoacanas y mexicanas, como los sones purhépecha, la pirekua, el abajeño, el son calentano y planeco, el gusto y el son de mariachi
Acompañado esta noche por: Cecilia García en el violín, Ricardo Vega en el contrabajo, Alejandro en la guitarra y Samuel Martínez Herrera en el piano.
Este cuarteto elaboraron cada interpretación bajo el sazón de unos mimbres cristalinos, en las que todos los elementos son identificables pero que, sumados, consiguen trasmitir sensaciones solo al alcance de músicos con auténtico talento.
De ahí que depararon los minutos entre todos estos brotes sonoros de sones, pirekuas articulados y que en el camino se nutrieron y enriquecieron con el jazz propuesto por estos compañeros musicales de travesía. Eso sí, sin perder su esencia, la belleza, el carácter y color .
No hay que olvidar que este proyecto es una parte medular en la trayectoria de Efrén Capiz Castañeda, quien ha invertido más de una década en consolidar la propuesta musical arraigada en la tradición popular de Michoacán, sin dejar de lado la inclinación por el jazz.
No sin antes, se contó e hizo antesala el proyecto de alumnos de jazz del Centro de las Artes, quienes interpretaron algunas rolitas de su autoría como bien ejecutados estándars de este arte sincopado. Una banda integrada por: Nayeli Coronado en el sax alto, Sarahí Veloz en la batería, Yeoshua Pérez en la guitarra y Jorge Parra en el bajo eléctrico y los arreglos musicales.
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