Entre las cosas que día con día se extinguen en este país, el águila real, por ser el emblema del escudo nacional, no puede pasar desapercibido.
Actualmente, existen 317 nidos y 119 parejas reproductivas en el territorio mexicano, en un hábitat que abarca nueve estados, entre los que se encuentra San Luis Potosí.
El Águila Real o Águila Dorada es de color café oscuro con tonalidades doradas en la cabeza y hombros. Es un ave de gran tamaño: alcanza hasta un metro de longitud de pico a cola, y la distancia entre las puntas de las alas puede sobrepasar los 2.20metros. Con un peso de 3.8 a 6.6 kg para las hembras y de 3.5 a 6.0 kg para los machos.
En días pasados la Conafor reportó que brigadas de monitoreo de la especie han avistado ejemplares en la Sierra de San Miguelito, lo cual a decir del delegado de la dependencia federal, Martín Toranzo Fernández, es una buena señal, pues por un lado, indica que los programas de conservación están dando "resultados tangibles" y por otro la presencia del águila real es un indicador de la salud de este ecosistema.
Sin embargo, el panorama nacional no parece muy halagador, para el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) el águila real sigue siendo una especie amenazada y urge fortalecer las acciones para su conservación.
En el marco del Día Nacional del Águila Real, el vocero nacional del partido, Carlos Puente Salas destacó la necesidad de sumar esfuerzos para la protección de esta ave rapaz.
Expuso que su situación es preocupante, toda vez que según datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) se tiene registro de sólo 317 nidos y 119 parejas reproductivas, dentro de territorio mexicano.
La especie habita únicamente en Baja California Sur, Durango, Chihuahua, Zacatecas, Aguascalientes, Coahuila, San Luis Potosí, Guanajuato y Sonora, por lo que es preciso sensibilizar a la población para que se sume a las labores de vigilancia y evite la captura ilegal de esta ave.
La pérdida de su hábitat, debido a la urbanización y a las actividades agropecuarias, es la principal amenaza del águila real, pero esta ave también sucumbe al envenenamiento, la caza furtiva, el saqueo de nidos, el comercio ilegal, la electrocución y la muerte en turbinas eólicas.
La Conafor señala que "la población del águila real se ha visto mermada por factores la fragmentación del hábitat principalmente por el incremento de las actividades agrícolas, ganadería sin planificación, crecimiento urbano e industrial, colisiones con tendidos eléctricos, reducción en la disponibilidad de presas entre otras".
En 2010, se habían ubicado 80 parejas, y solo 117 nidos; seis años después se tiene registro de 29 parejas más (119), para algunos y 317 nidos, estas cifras revelan que la población ha incrementado, para otros que simplemente se ha podido tener un registro más completo del número de ejemplares reproductivos existentes, pues el ave alcanza su madurez sexual entre los 4 y los 7 años de edad, y puede criar de uno a 15 pollos, sin embargo, muchas águilas no pueden llegar a la madurez sexual o no logran criar a sus pollos por falta de alimento, debido a que día con día la actividad humana va robando el terreno que antes servía al águila para vivir.
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