Es un espacio que va en la búsqueda y a la vez de la difusion de aquellas voces creativas en cuanto al despliegue de su forma de ver y exponer el mundo en que vivimos. De ahí que hablen por si mismo, desde su trinchera que puede ser musical, dancístico como literario, no solamente en este no tan agreste terreno del Tunal Grande, sino más allende de...
miércoles, 28 de diciembre de 2016
Organo histórico de Oaxaca recupera sonoridad
En el marco del IV Coloquio de Conservación de Órganos Tubulares. El órgano como testigo sonoro y documental, fueron presentados los resultados de la intervención del órgano de la iglesia de San Matías Jalatlaco, Oaxaca.
Durante el encuentro se destacó el trabajo de restauración del órgano histórico, realizado por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO), bajo la supervisión de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cecilia Winter, directora del IOHIO; Eric González, egresado de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) y restaurador de bienes culturales, y Ryszard Rodys, organista e investigador del IOHIO, hicieron un recuento de la historia de este instrumento construido por el oaxaqueño Pedro Nibra, así como del proceso de intervención en la caja (mueble) y del mecanismo sonoro.
De acuerdo con el INAH, la historia del órgano de la Iglesia de San Matías Jalatlaco se remonta a 1886, cuando el organero Nibra fue comisionado para construirlo y recibió un pago de 700 pesos por su construcción, años después de su entrega, el instrumento comenzó a fallar y su amigo Anastasio Sulaika lo reparó.
Tiempo después volvió a fallar, por lo que su constructor efectuó una reparación general en 1880, y recibió un pago de 61 pesos. Tras esta nueva intervención se pintó de azul, como se encuentra actualmente.
En 1889 Pedro Nibra hizo un ajuste más que permitió su funcionamiento adecuado hasta 1945, fue entonces cuando el organero José Delgado lo reparó nuevamente.
Posteriormente llegó a Jalatlaco un órgano Hammond y con ello el instrumento tubular quedó en el abandono en la década de los setenta.
Ryszard Rodys refirió que Nibra estuvo relacionado con la familia Martínez Bonavides, destacados organeros oaxaqueños. "Tanto él como su amigo Anastasio Sulaika fueron aprendices de su taller, donde se especializaron en la organería", acotó.
"Nibra fue uno de los organeros más activos en la segunda mitad del siglo XIX, arregló diversos órganos oaxaqueños, infortunadamente no existe documentación sobre la construcción de otros instrumentos, sólo el de Jalatlaco", añadió.
Eric González, responsable de la restauración, indicó que la intervención se realizó en dos etapas, en la primera se atendió la estabilidad material y la estética de la caja y en la segunda el mecanismo sonoro.
El restaurador dijo que se restituyeron faltantes en las tallas caladas que decoran la parte alta del mueble, así como cinco tiras de madera afectadas por insectos en el lado izquierdo de la caja y se utilizó la integración cromática con la técnica rigatino para restablecer el valor estético de la caja.
Mientras que, en la segunda etapa, se trabajó en la mecánica sonora del órgano, desmontando tubos, fuelles, secreto y teclado, además de una limpieza y aplanamiento del secreto.
La madera del fuelle también fue reemplazada, el teclado fue limpiado y se restituyó más del 70 por ciento de los tubos faltantes que posteriormente fueron afinados para nuevamente darle sonido.
La directora del IOHIO, Cecilia Winter, señaló que el órgano se volvió a escuchar al conmemorarse 150 años de haber finalizado su construcción, según una inscripción que se puede observar en la caja "16 de Julio de 1866" y la del nombre del organero Pedro Nibra.
NTX/EMG/MAG
Adicto lector, gustoso de todo tipo de propuesta musical.
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