Una noche con Andersen, en el Potosí Bistró

Por: Roberto A. Valenciano Capín  

Con motivo de celebrar el 310 años del natalicio del escritor y poeta danés, Hans Christian Andersen, El Orden Alfabético fue dedicado esta sesión literario/ musical, en el Potosi Bistro.

Hans Christian Andersen, el hombre capaz de reconocer la magia en cuantas historias posaba los ojos. Bajo esta premisa relató por escrito más de ciento cincuenta vidas, erigiéndose como uno de los mejores contadores de cuentos de todos los tiempos y, durante generaciones, alimentando la tradición oral con narraciones vivaces y llenas de encantamientos.

Una sesión  en donde la anfitriona y creadora de este proyecto, Pily Pelusa Vélez, tuvo como invitados para esta ocasión: Joda Mejía en la narración y en lo musical, al cantautor Juan Antonio Chipuli.

¿Y con que fin, toda esta dialéctica en historia?, con esta frase inicial de la canción -El Huerto- de Roberto González, es como el cantante Chipuli, dio inicio a esta noche literario/musical-. 

Para después darse la primera intervención por este nato contador de historias, Joda Mejía, quien compartió esta gran creatividad de este escritor noruego a través del cuento -la cosa más impresionante-.

Para después Chipuli interpretar la canción- la décima de la muerte-  de Rafael Mendoza.

En su intervención, Pily Vélez compartió el cuento -  El traje nuevo del emperador - y dio pie a esta segunda intervención de Joda Mejía,  quien relato con suma precisión este emotivo cuento de -La niña de los fósforos- o- la pequeña cerrillera-.

Para cerrar este homenaje,  Pily  Pelusa contó el cuento - Es la pura verdad- y en lo musical fue con la canción - No eres tú, soy yo- de Juan Antonio Chipuli.

Como es una costumbre, se abrió el micrófono al público para compartir textos, anécdotas, música, al aceptar la invitación Roberto Castillo, quien compartió dos historias que le contó Don Bioquinto, un viejo de 85 años que vivió en Monte Caldera, allá en Cerro de San Pedro.

Al platicar que una de estas historias narra de uno de los últimos gambusinos se quedo atorado en una bocanera de una mina por una semana, sentado en una piedra esperando pacientemente a la muerte y a su vez, el poder salir con vida, siendo ésta última la que le ocurrió, pero al momento de salir, olvidándose del ataúd de pino y de pararse a recibir las palabras del sacerdote, pero ante esto y en su desesperación solamente le dice: "No me este jodiendo, yo lo que quiero es  comerme este pinche pollo". Ya que mientras estuve encerrado lo único que pensaba era comerse un pollo, de ahí que salió corriendo a la casa de su resignada esposa a comerse este anhelado pollo.

Y la otra historia narra como el hermano mayor de Don Bioquinto, Manuel se perdió en la serranía con su burro, al ir a recolectar leña, y ver que no regresaba fue en la búsqueda de su hermano, al que encontró sin vida, desangrado, visto esto, cargo el cuerpo de su hermano en el burro y la leña, lo enterraron y siéndole muy agradecido a su hermano difunto por la buena carga de leña que hizo, tuvieron fuego y por consiguiente comida por varias semanas.

Un orden alfabético en donde el cuento, poesía, novela, narrativas varias, ficción, composición musical, entre otras son compartidas de una forma, aunado a tratar un tema en especifico, cada martes en el Potosí Bistró.