Por: Roberto A. Valenciano Capín
Un concierto sinfónico que tuvo la particularidad de ser el debut del joven violinista Román Schimalin- Tsyganova, como la reposición de la música para ballet "Petrushka" de Igor Stravinsky.
Como parte de la Temporada de Conciertos Primavera-Verano 2019 de la Orquesta Sinfónica de San Luis, bajo la batuta del Mtro. José Miramontes Zapata.
Dio inicio este histórico concierto, con el debut del joven violinista Román Schimalin-Tsyganova, para interpretar el Concierto No. 6 en La menor Op.3, siendo arropado con una pequeña orquesta de cuerdas.
Es de destacar que a pesar de sus nueve años de edad, se paro con aplomo en el escenario, para ofrecer una destacada ejecución de uno de los conciertos de violín más interpretados del compositor veneciano Antonio Vivaldi (1678-1741).
Al serle agradecido una interpretación sobria para su edad, a través del cálido aplauso de un público muy generoso y de dos bromosos ramilletes de flores, aún así no perdió su talante.
Bajo la puntualidad de evocar la tradición centenaria musical rusa, en primera instancia, a través del cuadro sinfónico “El Cedro y La Palma" del compositor Vasily Kalinnikov, considerado como un compositor ruso de sinfonías, para sin más volverse en este vaso comunicante con "Ocho canciones de folclor rusa del compositor Anatoly Liadov. Ambas obras no solo de suma belleza, sino también plasmar estos testimonios sonoros de la historia de vidas, aunado a esta paleta llena de imágenes y colorido.
Liadov se destaca por una incidencia creativa en la miniatura, aun así, es considerado como un verdadero maestro, siendo refleja en muchas de sus obras orquestales que se internan por estos caminos transitados por los compositores nacionalistas rusos.
Sustentadas en esta riqueza de estas tradiciones rusas, se desentraña bajo este contexto temático y musical que culminará con la excelsitud de esta obra maestra y revolucionaria, nos referimos a la música para ballet "Petrushka" de Igor Stravinsky. Después de una década se vuelve a remontar este suite para ballet del gran compositor Igor Stravinsky, con el acierto de ser complementada con la proyección del vídeo de una interesante puesta en escena. Llena de esta intensidad, ímpetu y expresividad.
De ahí que el espectador no solo degusto tanto en lo musical como en lo visual de este gran pintor de músicas, sino también unirse a esta magia, a partir de " la frescura del discurso sonoro, la novedad de la paleta tímbrica en que Stravinsky había convertido a la orquesta, la inagotable inventiva con que brotan las ideas musicales, la originalidad de la forma… y, en definitiva, la abrumadora personalidad de un compositor en el primer tramo de su carrera son algunos de los caracteres que seguramente llevaban al aludido compositor a inclinarse ante una demostración tan apabullante de talento musical innato". José Luis García del Busto.
Es importante destacar y sin afán de hacer desdén, de volverse esta orquesta sinfónica en una plataforma para los jóvenes talentos potosinos, en este caso, el violinista Román Shimalin Tsyganova que interpretó la No.3 de Antonio Vivaldi y ser a su vez uno de los ejecuntantes más pequeño que se han presentado con la OSSLP.
Un gran acierto de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, bajo la dirección del Mtro. José Miramontes Zapata de hacer sus funciones incluyentes. Por una parte, como se mencionó con anterioridad este plus de ser un escenario para a los jóvenes talentos y, además de estos programas un tanto más accesibles auditivamente, se vio reflejos no solo en acercar a nuevos públicos a la música de concierto, sino el convocar a familias enteras, respetuosas del espacio y de lo presentado en el escenario.
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