Alicia Alonso fue una gran líder latinoamericana del ballet y en México sembró semillas que se convirtieron en grandes bailarines; compartió escenario con la Compañía Nacional de Danza (CND) y dejó enseñanzas específicas sobre técnicas, metodologías, vocación, disciplina y diversos elementos que se requieren en el ballet. La CND no se puede entender sin su presencia.
El codirector artístico de la agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Cuauhtémoc Nájera, afirmó lo anterior durante el ensayo de Giselle, ballet con el que la CND se suma a la celebración por el centenario del natalicio de la bailarina y coreógrafa cubana Alicia Alonso y en la que sobresale la participación de tres primeros bailarines del Ballet Nacional de Cuba (BNC) que compartirán escenario con la CND, el jueves 27 de febrero a las 20:00 horas, el domingo 1 de marzo a las 17:00 y el martes 3 a las 20:00 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
Nájera dijo que en 2019 entabló pláticas con la entonces subdirectora de la agrupación cubana para fortalecer lazos y restablecer proyectos de colaboración que existieron hace algunas décadas entre ambas compañías.
En el marco del centenario de la conocida como Primera bailarina absoluta, el BNC invitó a diversas compañías del mundo para celebrar este aniversario en 2020 con diversas actividades en sus países, las cuales culminarán con el Festival de La Habana, del 17 de octubre al 13 de noviembre.
La CND aceptó sumarse al homenaje e invitó a tres bailarines cubanos para que compartan el escenario con la agrupación mexicana en este ballet emblemático en la historia de Alicia Alonso, quien lo bailó por primera vez en 1943, al sustituir a Alicia Markova, quien se lesionó, por lo que Anton Dolin invitó a la cubana a personificar a Giselle, parteaguas que dio paso a la leyenda.
A partir de este homenaje se tiene proyectado continuar con la colaboración entre la CND y el BNC. La agrupación del INBAL participará en el Festival de La Habana con una pieza contemporánea. Asimismo, se rescatarán obras emblemáticas para Cuba y la Compañía, como Rara avis del coreógrafo cubano Alberto Méndez, que también fue significativa en la carrera de Alonso, y se crearán obras nuevas que formarán parte de los repertorios de ambas agrupaciones.
Cuauhtémoc Nájera recordó que en los años setenta del siglo XX, grandes maestros, coreógrafos y bailarines cubanos llegaron a nuestro país, por lo que se tiene pensado realizar nuevamente un intercambio de intérpretes y creadores.
Agregó que la versión de Giselle que se presentará en el Palacio de Bellas Artes es la que Dolin creó entre los años treinta y cuarenta del siglo pasado. “Existe la versión de Alicia Alonso, que tiene algunos cambios, pero ésta es la primera que bailó la homenajeada. Giselle es una historia de amor, traición y perdón, y muestra al ser humano crudamente: lo mejor y lo peor de él.
“Se inscribe en el romanticismo. La primera parte es terrenal y también rescata tradiciones, como bailes populares, y la segunda es más espiritual: muestra a un etéreo personaje femenino, lo que cumple esa cualidad del romanticismo, y el perdón llega del más allá, mientras que la mentira y el engaño se dan en el mundo terrenal”. En total habrá 57 bailarines en escena.
Durante el ensayo, bajo la dirección de Mikhail Kaniskin, las y los bailarines repetían una y otra vez sus pasos. Rafael Quenedit, quien interpreta al príncipe Albrecht, comentó que es la primera vez que bailará en México, aunque ya había estado en el país de visita, incluso con el BNC, pero sin intervención alguna.
“Estoy contento de que mi compañía me haya dado esta oportunidad”, señaló el primer bailarín de 23 años de edad quien se inició en el ballet a los nueve años en su natal Cuba.
“Quiero mostrarle al público de México nuestra técnica y que salgan satisfechos de lo que vean”, dijo Quenedit, y añadió que siente una gran emoción al pisar el Palacio de Bellas Artes. “Es precioso bailar allí”.
Por su parte, la mexicana Ana Elisa Mena, quien ha interpretado en varias ocasiones a Giselle, coincidió que se trata de su ballet favorito, “aunque es muy complicado para las mujeres, porque tiene muchos saltos y giros, y debo tener un control absoluto, además de la parte escénica, que es un drama, pero le tengo mucho cariño”.
Comentó que acoplarse con su compañero cubano ha sido más fácil de lo que imaginó y que, aunque es la misma coreografía que ha presentado con la CDN, en esta ocasión Kaniskin la ha adaptado, de tal manera que sea lo más cercano posible a Alicia Alonso, “porque es su ballet”.
Daniela Gómez, primera bailarina del BNC y quien representará a Myrtha, la reina de las willis, señaló que está complacida por compartir escenario con las y los intérpretes mexicanos, conocer su forma de trabajo y aprender de sus maestros, como Mikhail.
“Qué mejor momento para estar aquí y participar en el homenaje a nuestra bailarina Alicia Alonso, con Giselle, uno de los ballets más románticos y representativos para los bailarines cubanos. La obra es muy importante para nosotros y tenemos nuestra propia versión”.
Agregó que en Cuba el personaje de Myrtha es muy fuerte, con más deseo de venganza, y aquí se le da un tratamiento más medido, por lo que ha aprendido a realizarlo de diferente manera.
“El reto es ponerlo muy en alto. Se necesita una bailarina potente y bien entrenada, ya que hay muchos saltos y me ha costado un poco de trabajo por la altura de México”, refirió la joven y reiteró que es un orgullo muy grande participar en este homenaje a Alonso, quien les ha dejado un gran legado y escuela, de la que han salido importantes intérpretes que destacan en el mundo. “Somos jóvenes, pero queremos mantener su nombre en alto”, concluyó.
Fuente: INBAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario