sábado, 2 de mayo de 2020

Mantener viva la llama del son jarocho tradicional


Por: Cristóbal Torres

Los Parientes de Playa Vicente es una agrupación de son jarocho tradicional fundada en 1986 en Playa Vicente, Veracruz; se ha dedicado a la investigación y difusión del son jarocho antiguo. Francisco Ramírez, uno de sus miembros fundadores, quien se encarga de tocar el requinto, explica que la agrupación nació por influencia de su padre.

En entrevista con Notimex menciona que el grupo lo inició con personas mayores que él, las cuales ya tenían un conocimiento profundo del son jarocho antiguo; sin embargo, menciona a su papá como otra influencia principal para dar vida al conjunto.

El músico recuerda que su padre, aunque no se dedicaba a la música, siempre tocaba: “él lo hacía como un pasatiempo, era parte de su vida. Después de llegar del rancho y sembrar, tocaba la jarana y se ponía a cantar; eso me lo inculcó desde pequeño; incluso desde antes que naciera yo ya tenía la música por dentro”.

Ramírez se siente muy afortunado porque en más de 30 años ha podido mantener viva la llama de un género e incluso lo ha podido transmitirla a nuevas generaciones. “Afortunadamente los jóvenes se han interesado por esta música, hemos llevado el son jarocho tradicional del rancho a la ciudad y hasta la fecha se siguen interesando”.

Los Parientes de Playa Vicente ha tenido oportunidad de grabar 10 álbumes, cuatro de ellos con música original. “Yo soy el responsable de los cuatro discos de música original; yo escribí las letras y compuse la música; los integrantes se han encargado de hacer los arreglos”.

Todos los discos han sido producidos por la misma agrupación. “Por fortuna la gente ha respondido de manera muy favorable porque se venden en las presentaciones del grupo, eso nos ha permitido no vernos en la necesidad de recurrir a apoyos; poco a poco hemos salido adelante”.

Escribir con un mensaje

Los Parientes de Playa Vicente forman parte de la segunda edición del Festival Contigo a la Distancia, organizado por la Secretaría de Cultura, el cual se realizará esta tarde en las redes sociales de la dependencia. Ramírez menciona que para tal ocasión prepararon cuatro sones en los cuales hablan del campo y de cómo el río de Playa Vicente, Veracruz se está secando.

“Es importante invitar a la gente a que conservemos lo que hay; poco a poco se han ido perdiendo tradiciones como los pescadores o la vaquería, encargada de trabajar el ganado”. Añade que una de las consecuencias más difíciles de crear en tiempos de contingencia es que la imaginación se queda pensando en qué va pasar mañana.

“Eso nos está afectando como músicos porque no podemos enfocarnos libremente como hacedores de sones”; en este sentido, denuncia que en esta etapa de contingencia se le han cerrado muchas puertas: “no hay dónde podamos presentarnos; la gente, por medio de redes sociales, nos han comunicado que ya nos extrañan y eso nos hace valorar aún más nuestro trabajo”.

Ramírez menciona que para las personas que hacen y viven de la música como él, la música tiene una importancia invaluable, aunque por la situación sanitaria que se vive en el país por el COVID-19 les ha significado un periodo de estancamiento, “es como si nos cortaran un ala y no nos permitieran volar”.

El músico manifiesta que siempre ha intentado que sus sones estén acompañados por un mensaje, como no destruir la naturaleza, pero principalmente intenta que sean un llamado a ser más comunitarios. “Está mal decirlo, pero esta contingencia nos ha llevado a humanizarnos un poquito más; ahora, si nos vemos en la calle, por lo menos nos saludamos y nos levantamos la mano”.

Finalmente, el músico asegura que para él un día sin poder tocar es perder un día de su vida; y a pesar de que la cuarentena ha resultado “abrumadora porque todos estamos encerrados”, considera que “la desgracia a veces puede hacer que nos unamos un poco más”.

NTX/CTM/AFG

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