.A toda capillita le llega su fiestecita, así que la versión acústica de “Sabio y Diablo”, de la banda Diablocalavera, estrena el videoclip en YouTube y en Apple Music.
Sus integrantes, Macehual, Calavera, Diablo, Santero y Nahual no solo escogieron la región porque sus habitantes preparan las fiestas del Xantolo, o día de la muerte, con todo el rigor prehispánico; también, les atraía el clima cálido de la región porque, haciendo caso a su canción, “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, y había que prevenir el rodaje, no fuera a ser que el patas de cabra cambiara el clima.
El punto exacto donde se grabó el video de “Sabio y Diablo” que pertenece al EP acústico, Tierra, fue el Mirador de Santa Cruz.
Con un sobrenatural y blanquísimo cielo y una deshabitada casita de adobe con la puerta pintada de celeste, el paraje incrustado en la imponente huasteca hidalguense fue la única escenografía que se requirió.
Con instrumentos en mano, los músicos iniciaron el ritual y comenzaron con las primeras notas de “Sabio y Diablo”; los manchones de guayaculeas, huizapoles y coachapos, por aquí y por allá, contrastaban con la variedad de colores de jorongos, sombreros y máscaras de hombres-dioses de Tenochtitlan, Oaxaca, Jalisco y Guerrero, que los músicos en el escenario las sienten más suyas que su propio rostro.
En ese pedazo de la tierra huasteca, que también sucumbió a los toltecas, el baile, los rasgueos, la alegría de la canción, el golpeteo del cajón y la voz de Macehual retumbaron en todo el cerro y cimbraron los limoneros, los zapoteros, los guayabos y hasta los cedros.
No lo sabrían, pero su ritual estaba despertando a otro, con distinta melodía.
“Abre ante los ojos el nuevo rumbo, dijo el Diablo, y a compás ternario muestra que en la oscuridad también hay sabiduría. El hombre sin suerte lo quema la leña verde. El alma conserva el viento, el alma conserva el tiempo. La tierra se abre y nos muestra”.Cuando la canción terminó, gritaron “corte” y los músicos con las máscaras que ya son sus caras bajaron del Mirador de Santa Cruz, los pobladores les dijeron que en lo más alto, si tocas la puerta más azul del azul de una casita de adobe, alguien te abre, y si no es tu día de suerte, adentro está el diablo ofreciéndote un trato.
Si a la agrupación Diablocalavera, cuando era apenas una espiga, le hubieran contado que tendrían que pintar cada nota musical con los colores originarios del huapango, el huasteco, el corrido, el rock y un cajón de zapateado, para luego buscar donde grabar el videoclip del tema acústico “Sabio y Diablo”, y estar muy cerca del maligno, se hubiera convertido en maíz ese mismo día, de tanto miedo.
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