viernes, 15 de septiembre de 2023

Arturo Chacón-Cruz sortea los peligros del bel canto



Por: Juan Carlos Talavera

El tenor mexicano Arturo Chacón-Cruz (Sonora, 1977) protagonizará mañana El trovador, de Giuseppe Verdi, en el teatro de la Ópera de San Francisco (SFO, por sus siglas en inglés), considerada la segunda compañía de ópera más importante de Estados Unidos, junto con la soprano estadunidense Angel Blue (Leonora) y de la mezzosoprano bielorrusa Ekaterina Semenchuk (Azucena).

Esta participación, en el papel de Manrico, repetirá funciones los días 17, 20, 23 y 29 de septiembre y el 1 de octubre, y coincide con el 20 aniversario de su paso por este foro como joven cantante en el Programa de Ópera Merola, y a pocos días de volver a México para cantar en la edición 51 Festival Internacional Cervantino (FIC), el 18 de octubre.

"Será una presentación muy especial, porque se cumplen 20 años de cuando fui un joven cantante en la SFO y así se consuma el sueño de aquel 2003, cuando montaron El trovador en este escenario.

"Recuerdo que vine con esposa —entonces era mi prometida— y le dije que sería un sueño cantar esa misma ópera aquí, así que es una de esas coincidencias bonitas y especiales que te hacen creer que hay por ahí una mano divina que pone las cosas donde deben de estar”, dice en entrevista con Excélsior.

Chacón-Cruz reconoce que éste es uno de los personajes que todo tenor anhela. “Es un rol dramático, romántico y tiene un aria especial: Di quella pira…, que tiene un do de pecho que todos soñamos cantar, pero hay que tener la inteligencia de saber cuándo acercarnos a un papel tan peligroso y demandante”, explica.

Hasta el momento, el tenor ha interpretado a Manrico en dos producciones anteriores, en la Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, donde consiguió el segundo bis de su carrera con el aria Di quella pira…; y con la Ópera de Menorca.

¿Cómo define a Manrico?, se le pregunta a Chacón-Cruz. “Es un personaje muy carismático, de sangre caliente, que ama mucho y siente pasiones contagiosas y entusiastas. Así que me identifico mucho con él, porque tiene una integridad y una reacción muy fuerte ante la injusticia".

"Me encanta interpretarlo y en esta producción de Sir David McVicar es increíble la belleza que se transmite. Por ejemplo, hay paredes de 30 metros en el escenario y escaleras que suben hasta esas fortalezas, así como la pira de la ejecución, que parece real; es impresionante la belleza de esta producción, y el resto del elenco son cantantes maravillosos y queridos amigos”, describe.

¿Qué parte de El trovador es la que más disfruta? “El aria Ah! sì, ben mio, coll’essere y Di quella pira..., pero también un aria menos conocida: Mal reggendo…, a la que no se le ha dado tanta difusión, pero me identifico con ésta porque es difícil y musicalmente está dotada de gran belleza”.

¿Qué cantará en el FIC? “El 18 de octubre estaré en Guanajuato y estoy contento porque será un concierto en el que combinaré ópera, zarzuela, canción italiana y, la segunda parte, la dedicaremos a la memoria de José Alfredo Jiménez, en su 50 aniversario luctuoso”, donde cantará El Rey, Si nos dejan y Caminos de Guanajuato.

¿En qué parte de su proyecto musical se encuentra? “Nunca percibí el mañana con ojos de miedo o incertidumbre, siempre vi un futuro brillante y eso me ayudó a seguir. Ahora estoy en plenitud vocal, me siento cómodo, seguro y con la satisfacción de haber dominado mi instrumento”.

Además, reconoce que hacia adelante sólo le resta por abordar tres óperas: Otello, La fuerza del destino y Manon Lescaut, que podría cantar en los próximos 15 años.

El artista asegura que prefiere no sobresaturar su agenda para no cansar su voz y su espíritu. “Somos intérpretes de nuestro espíritu y del compositor, entonces tenemos que respetar ambos. Le debemos eso al público”.

Finalmente, reconoce que ya tiene un plan para los próximos años, eligiendo con calma las óperas, los conciertos y grabar algunos sencillos, como Love Me Tender, de Elvis Presley, que hará pronto.

Al llegar a los 60 años empezaré a bajar un poco el ritmo y me dedicaré más a los conciertos, haré un par óperas al año y trabajaré en el estudio de alguna universidad, porque quiero dejar un legado de mi técnica, que creo que es única, y se basa en la técnica italiana”.

Chacón-Cruz hizo su debut internacional en La Scala de Milán, en 2012, y ha cantado en teatros importantes de Francia, España, Italia, Estados Unidos y México.}

Falta rigor en producciones modernas

El tenor mexicano también habla sobre la tendencia de la ópera contemporánea.

Me ha tocado estar muchas veces en producciones experimentales y hasta extrañas, algunas veces aciertan y otras no, pero viendo hacia atrás, lo que funciona es que un director tenga una visión clara y efectiva sobre lo que quiere comunicar.

"El problema con una producción moderna viene cuando un director está mal preparado, sus ideas no están cien por ciento cuajadas y, entonces, no pasa el mensaje”, explica.

Sin embargo, considera que existen ejemplos afortunados, como la versión de Carmen, de Calixto Bieito, “que es extraordinaria, a pesar de que mucha gente no esté de acuerdo con las visiones de este director de escena. A mí me parece que es de las mejores que he visto en mi carrera.

Además, he estado en esa producción y mis respetos: es moderna, actual y la gente que va por primera vez sale ilusionada, aunque hay otras producciones que carecen de todo sentido”.

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