El arquitecto jefe de Moscú, Alexandr Kuzmin, informó hoy de que las autoridades de la capital rusa se oponen a la construcción de un escenario subterráneo en el Teatro del Bolshói, ya que ello modificaría sustancialmente el aspecto de la plaza en la que se encuentra el mítico edificio.
Está previsto que con las obras se duplique la superficie del teatro, y que el Bolshói cuente con tres escenarios, lo que facilitaría los cambios de decorado.
"El Bolshói se construye, pero el Gobierno de Moscú se ha distanciado de este proyecto. Pensamos que no es necesario construir un escenario subterráneo. Su construcción podría influir en el aspecto de la plaza del Teatro, ya que los conductos de ventilación deberán elevarse a la superficie" , precisó Kuzmin.
Asimismo, el arquitecto se declaró en contra de modificar el tamaño del teatro, según la agencia oficial RIA-Nóvosti.
"El plan incluía la construcción de unos anexos, pero no hemos dado el permiso para modificar la superficie externa" , agregó.
El edificio cerró sus puertas para su reconstrucción el 1 de junio del 2005, porque más del 70% del mismo se encontraba en mal estado y acumulaba una cantidad considerable de agua en sus bajos.
El pasado 27 de noviembre, el ministro de Cultura de Rusia, Alexandr Avdéyev, anunció que el final de las obras de restauración se retrasará hasta finales del 2010 o principios del 2011.
Entre las causas de este retraso, el ministro citó principalmente cuatro, entre ellas la deficiente dirección del proyecto y el esquema poco efectivo de cooperación y coordinación entre las empresas participantes en el mismo.
Se refirió, asimismo, a la falta de cooperación con las autoridades de Moscú y el ritmo desigual de realización de las diversas tareas.
Inicialmente, estaba previsto que el histórico edificio abriera sus puertas nuevamente al público el año que viene, pero el pasado verano se retrasó la fecha hasta 2010.
Avdéyev destacó especialmente la importancia de cumplir con todas las exigencias de seguridad técnicas, ya que de lo contrario, el teatro no podrá abrir sus puertas.
El pasado marzo, el entonces ministro de Cultura Alexandr Sokolov, garantizó que tras la reconstrucción del Bolshoi no habrá nada que amenace los cimientos del edificio, al menos durante los próximos cien años.
"Hemos recibido la garantía de que con los métodos utilizados no habrá ningún movimiento de los cimientos, ninguna grieta, en definitiva nada que ponga en peligro el edificio en cien años" , declaró.
Junto con el refuerzo de los cimientos, el proyecto incluye la restauración de las fachadas y las superficies de mampostería, que datan de los años 1780, 1825 y 1856, así como de las pinturas y construcciones en madera.
Una vez que concluyan las obras, el emblemático teatro contará con una acústica perfecta, gracias a la utilización de nuevas y modernas técnicas.También el escenario duplicará su superficie y podrá transformarse según el tipo de representación.
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