martes, 25 de mayo de 2010

FELIPE SEGURA, pilar constructivo de la danza clásica mexicana

Por Gabriela Jiménez Bernal

Cuando nos referimos al maestro Felipe Segura ( 2004), estamos hablando de una pieza clave en la historia dancística de nuestro país. Fue uno los pioneros de la danza clásica en México.

Muchos roles asumió Felipe Segura: como investigador, bailarín, director, regisseur, artista y promotor. Sin embargo, nadie como él dio impulso el ballet en tierra azteca. Convencido del valor de este género, se dio a la tarea de dar a conocer el repertorio tradicional del ballet clásico entre varias generaciones de bailarines y al público mexicano.

Por si eso fuera poco, sentó las bases de lo que iba ser la Compañía Nacional de Hanza, que hoy por hoy es la máxima representante del género en México y que él mismo dirigió artísticamente en sus inicios.

Como promotor de la danza clásica, el papel de Segura ha sido único; pocos tuvieron su misma constancia. Logró mantener viva la tradición en México del ballet clásico. Fue siempre un luchador, jamás se rindió ante nada.

A decir de quienes estuvieron alrededor de Segura, él junto con Nellie Happee y Gloria Contreras formaron un trío que consiguió que progresara la danza en México y que ésta lograra niveles importantes. Gracias a que el Ballet Concierto fue dirigido por el espíritu tan potente que tenía el maestro Felipe Segura, la agrupación logró implantar el modelo de Compañía de danza.

Los conocedores aseguran con justa razón que la figura de Felipe Segura debe honrarse porque es el pilar constructivo de la danza clásica y, por ende, de la Compañía Nacional de Danza. Ha sido la persona más notoria y el gran reconocedor de los talentos que estuvieron y siguen estando alrededor de la danza en México. Por toda su labor, es considerado uno de los gigantes de la danza clásica y neoclásica de México.

Paralelamente a su entrega desmedida por el ballet, el maestro Segura realizó otras actividades. En ingresó en 1983 al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza (CENIDI-Danza José Limón), donde tuvo una labor de entrega incomparable, porque fue un investigador de gran rigor académico. Como investigador aportó muchas de sus experiencias a través del gran conversador que era.

Segura gozaba de una disciplina ejemplar. No sólo dirigió las Charlas de danza, sino también las transcribió dejando el Archivo de la Palabra, un tesoro de lo que ha sido el quehacer colectivo dentro de la danza, y gracias al homenaje Una vida en la danza hoy contamos con documentación y semblanzas de las personalidades más destacadas en este ámbito artístico.

Fue gracias a este hombre, que durante muchos años se reconoció a los grandes de la danza a través de la medalla "Una vida en la danza" que él promovió y por desgracia desapareció. Sin embargo, se trata de un aporte que sigue vigente en la memoria del gremio dancístico nacional.

FELIPE SEGURA

Estudió en la Academia Cinematográfica de México, en la Escuela Nacional de Danza (con Gloria Campobello) y en las escuelas de Nelsy Dambré y Sergio Unger. Fue becario del Ballet Arts School del Carnegie Hall de Nueva York.

Tomó clases con Nora Kiss, Olga Preobajenska y Alexander Volinine en París; con Stanislav Idzikowsky en Londres, y con Bronislava Nijinska y Michel Panaieff en Los Ángeles. Debutó con el Ballet de la Ciudad de México donde alcanzó la categoría de primer bailarín.

Más tarde fue miembro de la Academia de la Danza Mexicana y de los Ballets de Nelsy Dambré, Alicia Alonso y Roland Petit, así como del Ballet de Champs Elysées, del Ballet Español de Teresa y Luisillo, del Grand Ballet del Marqués de Cuevas y del Royal Danish Ballet. Fue también primer bailarín del Ballet Concierto de México, donde posteriormente ocupó los cargos de director artístico y director general.

Años después se desempeñó como coordinador artístico del Ballet de las Américas, y como director artístico del Ballet Folklórico de México, del Ballet Clásico de México y de la Compañía Nacional de Danza. Hizo coreografías para cine y televisión y diversas compañías de ballet y ópera.

Fue repositor de repertorio tradicional y creó varios ballets. En 1983 ingresó al Cenidi Danza. Escribió artículos para periódicos y revistas y fue autor de los libros Gloria Campobello, primera ballerina de México; La era romántica; Los estilos del ballet; La Escuela Nacional de Danza. 60 aniversario; Sergio Franco; México en el ritmo del universo; Mariano Tapia. Danza sin fronteras, Nelsy Dambré.

Un ballet para México; Guillermo Keys Arenas (ensayo biográfico) y El Ballet de la Ciudad de México. Fue creador del Homenaje Una Vida en la Danza, que ha honrado hasta la fecha a más de trescientos artistas.

Entre los premios y distinciones obtenidos destacan la medalla de oro del Festival Mundial del Folklore, la medalla de oro como bailarín y coreógrafo otorgada por la Presidencia de la República (1982), la medalla de oro conmemorativa del INBA por sus cincuenta años de carrera profesional y el Premio Guillermina Bravo (1999). Murió en la Ciudad de México, el 27 de mayo del 2004.

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